El mes de agosto tiende ser más peligroso para Cuba respecto a la formación de ciclones y huracanes en el golfo de México y mar Caribe, informó un especialista.
La amenaza es más evidente en el transcurso de la segunda quincena del mes en curso, la cual, junto con la primera de septiembre próximo, conforman la etapa de máxima actividad ciclónica de la temporada del 1 junio al 30 de noviembre.
Luis Enrique Ramos, coordinador de la Comisión de Historia de la Sociedad Meteorológica de Cuba, explicó entre 1791 y 2022 el país fue afectado por 19 huracanes en el octavo mes del almanaque, 16 por ciento de los que lo hicieron a lo largo de esos 231 años.
Entre estos están Charley de 2004, cuyo centro penetró por la costa sur de la entonces provincia de La Habana, con categoría 3 en la escala Saffir-Simpson de 5, con vientos máximos sostenidos de 180 kilómetros por hora.
Otro fue el Gustav en el 2008, de rango 4, que cruzó sobre la porción oeste de la Isla de la Juventud, y luego entró en suelo pinareño por un punto de la costa sur del municipio de Los Palacios, mencionó Ramos, citado por el diario Granma.
La principal zona de surgimiento de los ciclones tropicales en agosto se localiza en las aguas abiertas del Atlántico tropical, entre las costas de África y el arco de las Antillas Menores.
Suelen moverse con persistencia durante varios días hacia el oeste y el oestenoroeste, de ahí que algunos logren penetrar en el mar Caribe oriental y desplazarse, posteriormente, por los mares al sur de Cuba, en dirección a la península de Yucatán, precisó Ramos.
Otros pasan –agregó el experto- sobre la costa norte de Puerto Rico y República Dominicana, camino a Las Bahamas y el sudeste de Estados Unidos.
Ramos recordó que en 2022 ningún organismo ciclónico con nombre se formó en agosto en la cuenca del Atlántico tropical, algo que solo ocurrió en las temporadas de 1941, 1961 y 1997.
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