Aldaba celebra este 12 de abril su onceno aniversario y, pese a su juventud, hoy constituye una empresa estatal consolidada que logra garantizar fuentes de financiamiento para resguardar y promover el patrimonio de Trinidad de manera sostenible, además de impulsar la economía local con la incorporación de los nuevos actores al contexto económico territorial.
En esa línea la entidad avanza, tanto como lo permiten las limitaciones financieras y de recursos, en iniciativas locales que estrechan alianzas entre los sectores estatal y no estatal. La Taberna Guanahuac, donde se disfruta la comida típica trinitaria; el proyecto Hostales, con servicios de alojamiento en casas de alto valor patrimonial; Binoculares, para apreciar paisajes naturales y culturales desde los puntos más altos de la ciudad y los paseos en coches coloniales, por ejemplo, ya validan su eficacia; mientras otras se encuentran en ejecución.
Entre estas últimas figuran la Plaza de la Diversidad Cultural, la Casa del Chocolate y el miniacuario de peces invertebrados en Playa la Boca; proyectos de desarrollo local que han chocado con no pocas trabas, pero a los que no se renuncia, y, de acuerdo con Alberto Turiño, su director, tendrán un alcance significativo tras su puesta en marcha.
Sin entrar en contradicción con su propósito principal, la salvaguarda de la identidad cultural de la tercera villa cubana, esta empresa trinitaria amplió su objeto social y a través de la contratación de servicios de asesoría y proyectos de bienes muebles e inmuebles se expande por toda la región central, lo que le permite consolidar “un modelo de gestión novedoso”, en opinión del directivo.
“La estrategia se revierte en rentabilidad para nuestra empresa, que el pasado año cerró con 143 millones de pesos de ingresos y ha logrado incrementar en más de un 60 por ciento el salario básico de los trabajadores”, refirió.
El pequeño colectivo ha crecido en estos 11 años de labor y son varias las instituciones bajo su tutela, entre ellas el Centro de Interpretación de la Arqueología Industrial del Valle de los Ingenios San Isidro de los Destiladeros, la casa hacienda Guáimaro, la taberna Guanahuac, el Patio Bécquer y los hostales La Merced y Amargura 85.
A este desempeño destacado suma la acertada gestión de eventos nacionales e internacionales y su fuerte proyección comunitaria a través de talleres que llegan a públicos y escenarios diversos en la ciudad y comunidades rurales.
Niños, adolescentes y adultos mayores aplauden las propuestas culturales que han tocado a las puertas de la escuela especial Jesús Betancourt, de barrios vulnerables y en transformación, de asentamientos ubicados en el Valle de los Ingenios … Magua, FNTA, Méyer, San Pedro y Palmarito agradecen los toques mágicos de Aldaba, a la que le debemos también la posibilidad de disfrutar del talento de personalidades reconocidas en todos los ámbitos del arte y la cultura en Cuba.
Homenaje a fundadores, jubilados y trabajadores destacados, la transmisión de programas radiales desde su sede y otras iniciativas conforman el programa por el cumpleaños de esta empresa en plena madurez, pese a su lozanía.
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