La botica Remedios del Cimarrón no solo reivindica el uso de las plantas medicinales, también se erige como filosofía de sanación apegada a tradiciones que desde la memoria y la sabiduría popular enriquecen el patrimonio inmaterial de la ciudad de Trinidad.
Gestora de lo que es hoy el más consolidado de los cinco proyectos de desarrollo local acreditados en el sureño territorio, Ana Elena Rodríguez Cadalso cosecha los frutos de una idea que desempolva las recetas de los herbolarios de antaño a la luz de la ciencia, en tanto derriba prejuicios acerca de la medicina verde y asesora a los ciudadanos sobre el empleo correcto de las terapias con productos de origen vegetal.
Desde que apenas comenzó a concebir la propuesta, esta licenciada en Ciencias Farmacéuticas desplegó una acuciosa búsqueda de investigaciones y ensayos validados por expertos nacionales e internacionales que documentan los efectos beneficiosos de los medicamentos naturales alternativos para prever, curar y rehabilitar síntomas de diferentes enfermedades.
Anclado en una ciencia que se conoce como farmacognosia y se enfoca particularmente en el estudio de los principios activos de origen vegetal, animal y mineral, el proyecto Botica Remedio del Cimarrón concreta un espacio de conciliación en torno a una práctica asociada casi siempre a fenómenos mágicos. “No negamos la sabiduría popular, pero sobre bases científicas. Son precisamente esos resultados de ensayos clínicos, de meta análisis, de tamizaje fitoquímico, los que validan las propiedades activas de determinadas plantas y de las formulaciones que dispensamos en la botica”, sostiene la también máster en Medicina Bioenergética y Natural.
TRADICIÓN CON CIENCIA E INNOVACIÓN
Desde que poblaron la tierra —según la religión africana—, las plantas prodigaron salud, felicidad, fecundidad, frescura, paz, longevidad, belleza; también ungüentos y emplastos para curar las espaldas flageladas de los esclavos que en Cuba huyeron a lo profundo del monte.
Los negros apalencados aprendieron la alquimia de las hierbas y elaboraron remedios para aliviar sus enfermedades. Conservados todos esos saberes, han sido transmitidos a través de la tradición oral o escrita y hoy el uso de las plantas con fines curativos es parte importante de la cultura de los pueblos.
En ciudades como Trinidad estas evidencias resultan un componente esencial del patrimonio intangible que también debe ser preservado, como sostiene Víctor Echenagusía Peña, prestigioso investigador y museólogo de la localidad y una de las personas que apoyaron la iniciativa desde sus primeros pasos.
“El proyecto es una bendición y hace un aporte muy importante a la cultura local. Nos presenta a una profesional conocedora de estos procedimientos, que no solo contribuye a recuperar una práctica muy antigua, sino que además pone al alcance de los trinitarios remedios alternativos para aliviar síntomas menores”, expone Víctor.
La propuesta de esta emprendedora trinitaria sobrevivió a no pocos tropiezos y a otras desgarraduras que han marcado la vida de quien se define una mujer con ángel. “La pérdida de mi hija más pequeña que nació con síndrome de Down y más recientemente la de mi padre me derrumbaron, pero logré levantarme de tal adversidad y enfocarme en mis sueños. Nunca me he sentido sola, agradezco el apoyo de mi familia y de amigos muy cercanos. Gracias a ellos pude seguir adelante.”
La idea nació en plena covid. “Qué podía hacer para ayudar a los demás y a la vez me garantizara ingresos”, se preguntó entonces. “Fue en esa etapa de confinamiento en la que sin darme cuenta conformé todo lo que abarca el proyecto. El trabajo con los niños, los adultos mayores, la línea educativa a través de un programa de radio para compartir conocimientos y por supuesto la factibilidad económica; todo en ese orden”.
Desde hace casi dos meses la Botica Remedio del Cimarrón, bajo la tutela de la Oficina del Conservador de la ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, dispensa nuevas formulaciones basadas en las propiedades medicinales de especies de origen vegetal, sin embargo, entre las proyecciones del negocio figuran la apertura de una línea de producción con fines cosmetológicos, otra dedicada a especias aromáticos de uso culinario y sahumerios para la relajación y la salud mental.
En uno de los locales del Patio Bécquer, muy cerca de la Plaza Mayor de la villa, se comercializan los productos a bajos precios. “Los presentamos como planta seca procesada para que sean usados en infusiones, decocciones, mascarillas, emplastos y oleatos a partir de la mezcla con determinados aceites”.
Para etapas futuras del proyecto se prepararán nuevas formulaciones; sin embargo, la experta asegura que cuando se emplea la planta bien procesada se concentran sus principios activos, además de que tiene un periodo de vencimiento mayor.
Junto al nombre aparece una breve descripción de los componentes y el modo de preparación. “Entre los más demandados se destacan el talco de salvia con guayaba ideal para la irritación causada por la varicela, la infusión de pasiflora, que funciona como sedante y una mascarilla para mejorar la calidad del cabello y fortalecer el folículo piloso.
“Cuando hay brotes de gripe se venden muchos productos anti carrales. También contra la pediculosis y otras afecciones de la piel, circulatorias y de las mucosas. Soy farmacéutica de profesión, pero no me tomo la facultad de hacer diagnósticos.
“Desde mi experiencia considero que se debe individualizar a los pacientes atendiendo a los síntomas y a su gravedad. Hay casos en que la medicina natural no es efectiva por sí sola y se utiliza como coadyuvante de la terapia alopática, o sea los fármacos de origen químico. Para nada una persona que tenga una pauta de tratamiento médico, puede sustituirlo por el uso de estas recetas naturales”, aclara.
“El consumo indiscriminado de algunas plantas puede ser perjudicial para la salud, por eso es tan importante que todos conozcan sus propiedades, cuáles de ellas pueden mezclarse y cuáles no”, agrega la especialista.
SOÑAR EN GRANDE
“Imaginé la botica como está ahora”, confiesa Ana Elena, una trinitaria que al frente de un emprendimiento familiar apostó por retomar el uso tradicional de plantas medicinales como expresión del patrimonio inmaterial de la sureña urbe.
Adecuar esta idea a un proyecto de desarrollo local recabó tiempo y mucha perseverancia hasta su aprobación definitiva. Con identidad propia y ventajas impositivas y de financiamiento, la botica Remedios del cimarrón deviene iniciativa legítima de colaboración pública-privada que brinda soluciones a las necesidades de la comunidad.
Desde la dirección municipal de Desarrollo Local, Liana Zerquera, una de las especialistas del departamento de Economía, reconoce el avance y los impactos del proyecto. “La población agradece esta opción para acceder a productos de origen natural, pero también comienza a llamar la atención de los turistas por la imagen del lugar y la forma artesanal de presentación de los productos”.
Como anfitriones excelentes que son, Ana Elena y los dos jóvenes dependientes dan la bienvenida a trinitarios y visitantes que se interesan por las especies herbarias y sus beneficios. “Llegan de diversos lugares porque escucharon a alguien hablar de un producto. Eso me da mucha satisfacción”, cuenta entusiasmada.
Cada vez son más los que regresan a la Botica. Rolando Zayas le confirma a Escambray los efectos sedantes de la pasiflora, mientras Odalis Rodríguez recomienda la formulación de guásima y salvia para embellecer y fortalecer el cabello.
“Uno de los retos- dice Ana Elena- es lograr la sostenibilidad de los productos. Tenemos contratos con la Agricultura urbana y una finca localizada en la Sierrita, un lugar ideal para el cultivo de estas variedades por las características del suelo y la fertilización natural.
“Otro aspecto en el que somos en extremo cuidadosos es lo referido al procesamiento de las plantas para evitar que se destruyan los principios activos debido al calor o las condiciones de humedad. Lo más importante es que las personas tengan confianza en los productos; vamos a lograrlo poco a poco”.
Soñar en grande es para esta mujer emprendedora esa suerte de bálsamo sanador contra la tristeza y el desaliento. “No sabía lo que era la economía naranja o lo relacionado con las industrias creativas. Ha sido un proceso de aprendizaje muy gratificante.
“Recopilé mucha información sobre la etapa de cimarronaje en esta región, busqué todas las regulaciones de la Unesco sobre el uso de las plantas medicinales como patrimonio intangible, elaboré todas las fichas técnicas de las formulaciones. A la tradición le hemos puesto ciencia, tecnología e innovación”.
Aqui en Sarasota, Florida, Estados Unidos, donde vivo, la comunidad rusa, ucraniana y de Europa del Este, ahora muy numerosa aqui, compra a diario tes medicinales de Rusia, Ucrania, Rumania y de toda esa area del este de Europa, icnluyendo Polonia con buenos homeopaticos en una tienda de un matrimonio de Ucrania donde tambien se venden comestibles y enlatados de esa area. Se aplican en multiples dolencias y los duenos de las farmacias y laboratorios son master, candidatos a doctor y doctores en cuencias.
Excelente reportaje sobre un tema candente y vital en la prevencion y el mantenimiento de la salud. Es costumbre, por tradicion oral en toda la peninsula coreana buscar en los mercados hierbas y especias para multiples dolencias, segun he visto en documentales, eso hacen los coreanos desde hace cuatro mil anos y hoy dia mantienen esa forma de prevencion de enfermedades pese a que cuentan con todo tipo de medicinas en farmacia. Esta practica de boticas MNT privadas deberia generalizarse bajo la direccioon acreditada de especialistas. Estos negocios dirigidos por especialistas son numerosos en Europa donde existe tradicion de la Medicina Narutal y Tradicional aliviando la sobrecarga al sistema de salud y farmacias alopatas.
La dedicación a este proyecto se ha llevado a cabo basado en la información científica del mismo, creo que seguirá adelante y servirá a muchas personas.
Pero sobre todo con el amor y deseo de su creadora de servir a los demás.
Felicidades .