(Tomado del perfil de José Luis Arzola Fernández, en Facebook)
Las personas honradas existen, conviven con nosotros y a veces no las vemos.
Este hombre es Leonardo Pedroso Aragón, conocido por todos como Aragón, vive cerca del hospital de Trinidad y hoy lo vi vendiendo en el mercado.
Compré unos tomates y le pagué con un billete que creí que era de 200 pesos. Cuando contaba el dinero para el vuelto y vi tanto dinero, le dije asombrado: “Oye, fíjate en el billete que te di, yo creo que era más chiquito”.
Lo sacó y era de 1000 pesos, y me dijo: “Arzola, por nada del mundo, me quedo con algo que no sea mío”.
Yo conozco a Aragón hace mucho tiempo y sé que es una buena persona, pero esta acción merece ser divulgada y que todos conozcan a este hombre honesto.
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