Lo último que recuerda la afición espirituana de Juan Carlos Arencibia Echeverría fue aquel play off memorable de la Serie 61 entre Sancti Spíritus y Pinar del Río, cuando el siol vueltabajero sacó de paso a más de un gallo por su peculiar manera de jugar que muchos interpretaron como desafiante, irrespetuosa y provocativa.
Mas las cosas nunca traspasaron el lenguaje verbal y gestual, aunque cierto es que su juego alegre, dinámico y agresivo por momentos desarticuló en más de una ocasión al conjunto yayabero, al punto de que en la postemporada de marras los ánimos se caldearon y las cosas se fueron de control en un partido que terminó con siete expulsiones, incluido el director Eriel Sánchez.
Tal incidente involucró a la afición, que desde entonces la emprendería con el pimientoso jugador. Hoy, por la anuencia de los refuerzos, jugará para el graderío yayabero en la II Liga Élite con fecha de inicio el 7 de noviembre y todos los resquemores quedarán en el anecdotario.
Hasta tierra espirituana llegó Arencibia “por sus medios”, como casi todos los refuerzos, ayudado por la dirección del elenco, lo que dice de sus ganas de jugar con un equipo al que confiesa admirar.
Eso sí, apenas consumió el largo kilometraje entre Pinar y el Yayabo entró al terreno junto al resto del equipo y los refuerzos que ya están en el “Huelga”.
En verdad, su nombre siempre estuvo en la mirilla del mánager Lázaro Martínez: “Desde antes, ya el director me había preguntado si estaba en condiciones de jugar como refuerzo de Sancti Spíritus y le dije que para mí sería un placer. Después estuve viendo el programa de los refuerzos y cuando me pidieron, en mi casa provocó mucha alegría, principalmente en mi esposa y mis hijas porque les gustó que me pidieran los Gallos”.
La alusión al incidente resulta inevitable, pero más de un año después revive la sonrisa en Arencibia, mientras coge un diez en el “Huelga” en su entrenamiento en el campo corto.
“Sí, recuerdo aquello, porque muchas personas me lo recuerdan, pero eso nada mas pasó en el estadio aquella vez. Cuando he jugado contra los Gallos hemos tenido esos “encontronazos” que son propios del juego de béisbol. Juego así no solo contra ellos, sino frente a todos los contrarios y quiero que me vean para demostrarle al pueblo de Sancti Spíritus que me gusta, me encanta jugar con este equipo”.
Y aclara: “Esas son cosas que pasan, pero fuera del terreno me llevo bien con todos, incluso después que se acabó ese play off estuve compartiendo con los integrantes del conjunto en una actividad que les dieron a ellos, porque al final nos ganaron y pasaron a semifinales”.
En verdad, quien ha visto desempeñarse al pinareño de 37 años sabe que su estilo de juego no le permite estar quieto en el terreno. En la pasada temporada con los vegueros bateó para 287con 37 empujadas y 21 impulsadas y estuvo entre los primeros robadores de la campaña con 15. En el siol su desempeño fue más discreto, al compilar para 939 con 18 errores.
Todo cuanto esperan los Gallos es que su pimienta irrigue al nuevo conjunto que no tiene, justamente, la misma expresión sobre el terreno.
“Siempre juego así hasta en los partidos de preparación y ahora se lo voy a demostrar a este equipo. Trataré de adaptar mi estilo a la manera en que juegan ellos o puede ser al revés, lo que sí te puedo asegurar es que me voy a entregar al máximo para tener una excelente Liga”.
Porque lo ha escuchado decir desde la conformación de cada conjunto, sabe que Sancti Spíritus sale con la etiqueta de ser el más débil de los seis, mas prefiere que se dé la voz de a jugar para hablar de calificativos: “No digo que ningún equipo sea débil, allá quienes piensen eso de nosotros, eso se ve en el terreno. Vamos a salir juego a juego a pelearlos a nuestra manera, no nos vamos a rendir”.
La conjugación del “nosotros” no es casual. El “nosotros” le sale del alma, esa que, según dice, ya la siente espirituana desde que se supo parte de sus filas. Por eso no esperó por otras soluciones anunciadas y emprendió el viaje por su cuenta
“Hasta La Habana llegué en botella y de ahí para acá el director del equipo de los Gallos nos ayudó a llegar en ómnibus. Estaba un poco inquieto, porque quería estar desde antes aquí para prepararme y tener una buena serie. Todo el mundo sabe que la Élite es superior a la Serie Nacional y por eso lleva mejor preparación. Estoy como acabado de llegar, pero la acogida ha sido buena, así es que eso borra cualquier duda sobre aquello que pasó”.
Sabe que, como todo refuerzo, su estancia lo alejará varias semanas del hogar y que solo el celular puede acortar las distancias. “Desde que salí de mi casa, mi esposa y mis niñas saben que es una ausencia larga, pero a ellas les gusta que yo esté aquí y saben que deben esperar. Están conscientes de que esto es lo que me toca, que estoy orgulloso de estar aquí y que todo lo que quiero con mi equipo es ganar y ganar y, ¡cómo no!, quisiera ser campeón”.
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