Que la situación energética que enfrenta el país ante la escasa disponibilidad de combustible se torna sumamente tensa es una noticia que, aunque repetida y explicada, preocupa; sobre todo cuando se sabe lo que ello significa para la generación de energía, a pesar de que la máxima dirección de la nación ha aclarado que se toman todas las medidas posibles para evitar llegar a cero en este mes de mayo.
En medio de ese escenario, donde los suministradores no han podido cumplir los compromisos contraídos con Cuba a partir de la situación económica y energética mundial, se suma un mantenimiento programado para algunas de las plantas que debía suceder sin problemas, pero se complica por las sucesivas roturas imprevistas en otras unidades térmicas que han complejizado la generación de electricidad.
Nada, que la tranquilidad cuando hay necesidad dura poco. Tras unos primeros meses del año con algo de estabilidad, volvieron los apagones y con ellos —aunque Sancti Spíritus se ha ido enmarcando en la capacidad de demanda— la intensificación de las medidas para el control y uso racional de la energía eléctrica en los centros laborales, unido al llamado a la conciencia para los clientes del sector residencial.
El despilfarro de electricidad comienza en el sector estatal, de ahí que la mayor parte de esas medidas sean de su competencia y algunas extremas como es el uso de los equipos de clima. De acuerdo con Yoanny Acosta Solenzar, director de la Empresa Eléctrica (EE) en el territorio, se aprobó por parte del Consejo Energético Provincial que no se utilicen los aires acondicionados en ningún momento del día. “Unas semanas atrás —explicó el directivo—, se había aprobado el uso de ocho a once de la mañana, pero se agudizó nuevamente la situación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) con varias unidades generadoras fuera de servicio”.
Así las cosas, previo acuerdo del Consejo Energético Nacional solo podrán encenderse aquellos aires que pueden ser tecnológicos, es decir que estén en algún lugar donde existan equipos que, por sus características necesiten un ambiente agradable, un ambiente fijo de no mucha calor porque si no se deterioran como los del despacho eléctrico que es un local cerrado donde se manipulan una serie de computadoras y de servidores, además de la pizarra donde se lleva el control de los circuitos que se necesitan; o un laboratorio donde se requiere que los medicamentos o pruebas estén a determinada temperatura, una oficina donde existan los servidores de una empresa que a altas temperaturas puedan dañarse, entre otros casos muy puntuales.
En la búsqueda de recetas para reducir el consumo se insiste, además, en no tener iluminación encendida innecesariamente, tanto al interior como en el exterior de las instalaciones, así como en oficinas que no tengan a personas trabajando; también se prohíben los sistemas de riego para el sector agrícola en el horario pico, así como la utilización de bombas, unido a la necesidad de evitar el uso innecesario de equipos de frío en el horario pico, dígase neveras o contenedores en el frigorífico, en la zona industrial de Sancti Spíritus, los cuales pueden estar apagados en ese horario y mantener la temperatura adecuada por su hermeticidad.
Bajo la lupa de varios “padrinos” controladores también están los 131centros identificados como los mayores tragones de energía de la provincia, léase los de la zona industrial, la mayoría de los hospitales, la fábrica de conservas, industrias de la Empresa Cárnica, Fábrica de Cemento Siguaney, el frigorífico, los centros de elaboración de alimentos y las instalaciones del turismo, entre otros.
Pero ni siquiera estas grandes entidades les llega a los talones a la brecha que dejan las decenas de personas que se suman al robo de electricidad, algo que, al decir de los directivos de la EE
se incrementa, y con ello el número de personas que tratan de evadir el pago del servicio y utilizan las más ingeniosas e inimaginables artimañas al manipular los metrocontadores para pagar menos.
Como contramedida para quienes manipulan los metrocontadores, hace tres meses nació en la provincia una fuerza de inspectores eléctricos con carácter provincial que, frente a la variedad de robos eléctricos han detectado en el primer cuatrimestre del año cerca de 300 fraudes y más de 200 multas como resultado de recorridos realizados en diferentes horarios para minimizar daños y por ese concepto se han recuperado casi 600 Megawatts/hora, lo que equivale a unas 200 toneladas de combustible.
Está claro que cada robo de electricidad descubierto se penaliza con corte del servicio, correctivos de alta cuantía y otras medidas que pueden llegar incluso hasta la actuación judicial, algo que muchas veces no altera a los timadores, para quienes resulta puro trámite comercializar la energía, robar corriente o manipular la relojería.
Lo que casi siempre desconocen los infractores es que, si bien les parecen pocos los 500 pesos que deben abonar por la infracción, lo peor viene después, a la hora de pagar el retroactivo que se cobra por haber dejado de consumir esa electricidad, un cálculo que puede ser sobre la base de 12 meses hacia atrás, a partir de que se detecte el fraude, un estimado de la energía que el cliente dejó de pagar mientras estuvo robando corriente y no faltan quienes han tenido que pagar hasta 50 000 pesos.
Las entidades estatales no están ajenas al delito y se han detectado varios casos en este período, con la diferencia que los máximos responsables de empresas e instituciones, además de la multa, deben afrontar una medida administrativa.
La provincia tiene planes reducidos desde hace años, pero sin dañar los servicios vitales de la población habrá que buscar estrategias, estudiar esos planes y redistribuirlos de forma equitativa para que no se disparen los metrocontadores, sobre todo en meses ya cercanos a la etapa estival. Desde los hogares también se puede ayudar con el apagado de las luces innecesarias y con regulaciones para el uso de los equipos de cocción de alimentos y de climatización en los horarios pico, a fin de evadir los sobregiros y los molestos apagones en medio de las limitaciones con el combustible y la actual crisis económica mundial.
Ojo con el tema de robo y artimañas en metrocontador eléctrico, también los lectores acuerdan pagos para no leer el metro y ese dinero va al bolsillo del lector, es que el nivel de corrupción, robos, desorden e indisciplina es tan alto que ya no se sabe como parar eso, pero es a cualquier nivel.
Compañera periodista:
El urto de corriente y las infracciones cometidas por los clientes,lo lleva la necesidad que tiene y presenta el ciudadano cubano.Que no justifican las violaciones cometidas por estos.
Comparto el criterio de Tiago, la UNE no presenta personal para cubrir las plazas vacantes como la de lectores cobradores. E hay que la cubren los inspectores electricos.merecido trabajo para estas personas,deberian de ser mas atendidos, a la vez reconocerle el trabajo y estimularlos de alguna forma.Que no sea de bla, bla y bla..
Por mi parte un merito para todos ellos, nadie sabe de ese trabajo,execto las personas que se encuentran en el terreno ejecutando esta funcion.
lo otro la cantidad de circuitos con el cartelito de protegidos,que si profundizas,dentro de estos,solo existe una instalación a proteger, el resto son viviendas que no son afectadas y se sobrecaga la afectación a los que no están dentro de estos protegidos, a demás que si continuas profundizando son instalaciones que violan los procesos inversionistas y no incluyen el uso de energía renovables para disminuir el consumo y no ser una instalación a proteger,otros que los circuitos no se seccionalizan y se encuentran rodeados de viviendas que son beneficiadas por esa ineficiencia tecnológica, sin embargo a las empresas le exigen la seccionalizacion de los circuitos y la obe no.No solo es el robo de electricidad lo que provoca los molestos apagones, existen varios factores que como periodista debe investigar, no se concibe que una nueva inversión como una fábrica de helados, de hielo u otra entidad alta consumidora,se le aprueba una inversión sin incluir el uso de energía renovables o grupos electrógenos, también bancos de capacitores, esto es una violacion de lo que se plantea por la máxima dirección del pais,que no se conciba un circuito de suministro independiente del residencial para acoplar a la inversión. Todo esto influye en una desigualdad a la hora de planificar los apagones, esto hay que revisarlo.
Todos se refieren al Fenómeno y ninguno a la Causa Profesor.
Mire, Carmen Rdz Pentòn. Pq no escribe un artìculo, q en vez de refererirce al trabajo de los inspectores, q le puedo añadir,no es bueno, no realiza un artìculo, planteando q la UNE no tiene trabajadores q lean y registren metros contadores, q la UNE no tiene trabajadores linieros, que la UNE no tiene trabajadores en el DESPACHO, q la UNE nos da sus apagones por sus ineficiencias, y muchos, y requetenuchos màs etc.
Un detalle que escapó a la periodista, las acciones ilegales que en toda Cuba desarrollan los lectores/cobradores y los inspectores que de acuerdo con altos consumidores (residenciales, cuenta propias, mipymes) ajustan por un dinero que se les paga y la lectura siempre esta muy por debajo del real, diferencia que en ocasiones se la cargan a otro usuario «despistado»que no revisa su consumo diario, por esa vía miles de kilowatts se van y el dinero corre a raudales dentro de los trabajadores de la UNE …. busquen detaleles de so que no habla el artículo y es hoy la principal fuente de fraude eléctrico en Cuba. El enemigo esta en casa de la UNE. Si quierenb hablar de fraude haganlo con todos los elementos, falto esta parte de la historia.