Como consecuencia del efecto invernadero reforzado, el clima de Cuba se encuentra en un proceso de variación de tropical húmedo a tropical subhúmedo, condiciones que provocarán un aumento de la temperatura promedio anual, impacto del que no escapará ni febrero, reconocido como el mes más frío en el país.
Así trascendió en la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, como antesala al I Período Ordinario de Sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular que inicia sus sesiones este 20 de julio.
Adianez Taboada, viceministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, al intervenir en la Comisión destacó que esas severas condiciones no solo llevarán a un aumento de la temperatura promedio anual, también acotó que lloverá menos, pues se prevé que las precipitaciones ocurran en menos de 100 días al año.
De acuerdo con la información que reseña el portal digital CubaSí, se trata de una situación que tendrá su mayor incidencia en dos sectores de interés: la agricultura, con el correspondiente impacto en la alimentación, y la salud.
Adianez Taboada alertó que, en el caso de la salud, pueden agudizarse las enfermedades renales, cardiovasculares, respiratorias, diarreicas agudas y propiciará la aparición de nuevas epidemias.
A propósito de la mirada que hizo la Comisión Parlamentaria a la primera etapa del Plan de Estado para el enfrentamiento al Cambio Climático: Tarea Vida, se conoció que, entre los resultados que se perciben, destaca la recuperación de los manglares, reconocidos como la principal barrera de protección ante tormentas y desastres naturales, además de servir como refugio de variadas especies.
Como parte del alcance de la Tarea Vida trascendió, también, que entre los pronósticos para el año 2050, se reitera que, producto de la elevación del nivel medio del mar, desaparecerán 22 asentamientos costeros humanos, mientras que para 2100 se perderán un total de 136.
La información ofrecida por el ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente considera que variará el régimen de lluvias, se perderá buena parte de la superficie terrestre y aumentará la salinización de los acuíferos terrestres por las constantes inundaciones.
Con información de CubaSí
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