Los muchachos del baloncesto espirituano merecen un lugar en el sitial del respeto y el reconocimiento: por segundo año sucesivo logran incluirse en el cuarteto semifinalista de la Liga Superior de Baloncesto (LSB).
Puede pasar cualquier cosa en el cotejo ante Capitalinos, que dará el pase a la discusión del título en un enfrentamiento pactado a cinco juegos, pero llegar a esa instancia con tantos tropiezos resulta una hazaña.
Los actuales subcampeones comenzaron con el pie izquierdo en el torneo y se mantuvieron así durante más de la mitad de la fase regular al punto de estar en el penúltimo lugar casi hasta el final. Pero tomaron un tercer aire y, cuando llegó el impasse por los Juegos del ALBA, estaban obligados a ganarle dos veces a Las Tunas para hacerse del último boleto en disputa con otros equipos aspirantes. Y lo lograron inobjetablemente el pasado fin de semana para avanzar con el pie derecho.
Como se recordará, el equipo espirituano empezó la LSB con deudas en su preparación y sin su líder natural Mario Luis Troyano, bujía en la medalla de plata de la pasada temporada, pero sacaron el extra. “Estuvimos casi seis meses sin entrenar y casi todo el torneo en penúltimo puesto —recalca Carlos Alberto Plascencia, comisionado provincial de la disciplina—, los muchachos fueron adquiriendo la forma deportiva a medida que pasaba el evento, la calidad, el deseo y el ADN de los muchachos de salir adelante estaba y fue lo decisivo. Contamos también con los dos refuerzos de Camagüey: Carlos César Villegas y Yonager Jorge, quienes, al igual que el pasado año, tuvieron una liga fenomenal. No quiere decir que vamos a entregar las armas, pero este resultado es ya algo grande”.
El pasado miércoles inició la semifinal en la sala Yayabo, donde los Capitalinos se situaron a un paso de avanzar a la final, pues vencieron como visitantes par de veces, primero 76 cartones por 62 y luego 70-51. Las acciones se trasladarán hacia la capital del país para desarrollar, de ser necesario, los tres partidos restantes. El equipo que gane tres pleitos discutirá el título ante el triunfador de la semifinal entre Santiago de Cuba y el actual campeón Ciego de Ávila, duelo que marcha con una victoria por bando.
Pase lo que pase, los muchachos de Michel Díaz, están otra vez en la historia del básquet espirituano y cubano, adonde entraron en el 2022.
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