En su intento por frenar la oleada migratoria, el Gobierno estadounidense recurre hoy a una criticada medida de la era de Donald Trump tras autorizar la construcción de un muro fronterizo con México por Texas.
La administración de Joe Biden anunció que para cumplir su objetivo pasará por alto 26 leyes federales, en lo que será la primera vez que usará un amplio poder ejecutivo empleado de manera recurrente en el mandato de Trump (2017-2021), que recibió fuertes críticas de los demócratas.
Esto provocó reacciones inmediatas porque el Centro para la Diversidad Biológica de Estados Unidos lamentó que el presidente Biden dejara a un lado las leyes ambientales para construir muros en el condado texano de Starr.
En un comunicado el grupo expresó que, por primera vez, el actual Gobierno “renunciará a las leyes ambientales, de salud pública y de protección de recursos culturales para acelerar la construcción del muro fronterizo entre Estados Unidos y México en Texas”.
Entre las leyes que dispensarían se encuentran varios de los mismos estatutos que trataron de proteger en el pasado.
Por ejemplo, la Ley de Política Ambiental Nacional, la Ley de Especies en Peligro, la Ley Federal de Control de la Contaminación del Agua (la Ley de Limpieza Ley del Agua) y la Ley del Aire Limpio.
En 2020 el Biden candidato prometió que no construiría ni un centímetro más de muro si era elegido y justo una de sus primeras medidas al asumir el cargo, en enero de 2021, fue detener la ejecución de la valla antiinmigrante.
Sin embargo, el Registro Federal publicó la víspera que la disposición responde a un “alto nivel de entrada ilegal”.
Un comunicado del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, admitió que su departamento determinó que es necesario “renunciar a ciertas leyes, regulaciones y otros requisitos legales para garantizar la construcción expedita de barreras y caminos”.
Según la decisión se levantará una sección del muro fronterizo en el sur de Texas, que incluye alrededor de 32 kilómetros en el condado de Starr a lo largo de su línea limítrofe con el vecino país, donde las autoridades reportan un elevado número de cruces.
La gestión demócrata alega que están lidiando con una nueva oleada de inmigrantes que ha agotado los recursos federales y que, además, esta situación despierta preocupaciones en ciudades de todo el país.
Datos federales arrojaron que la Patrulla Fronteriza informó casi 300 mil encuentros en el sector del valle del Río Grande entre octubre del pasado año y agosto último.
Trump presumió de construir unos 480 kilómetros del muro fronterizo cuando oficializó, en agosto de 2020, su candidatura entonces a la reelección.
El republicano planteó: «el muro pronto estará listo y nuestros números en la frontera son los mejores de la historia” y lanzó una frase que desató la polémica cuando aseguró que “por cierto, México está pagando por el muro, por si no lo sabían».
La frontera entre Estados Unidos y México tiene una longitud de tres mil 142 kilómetros y previo a la entrada de Trump a la mansión ejecutiva había barreras o vallas de separación en alrededor de tercio de la frontera, o sea, alrededor de mil 50 kilómetros.
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