Para el doctor en Ciencias Enrique Rosendo Pérez Cruz, director del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) del territorio, apostar por la calidad del capital humano y el compromiso sigue siendo el motor impulsor de todo cuanto ha logrado y queda por hacer en la institución, insertada en proyecciones vitales para el país.
Hablar hoy de la inserción en seis líneas de desarrollo e investigación es la respuesta a propuestas vitales de la nación, que llegan como estímulo al decisivo aporte del CIGB espirituano a la lucha contra la covid.
Y a la interrogante sobre qué ocupa al colectivo en estos momentos, la respuesta de Enrique es puntual y precisa.
“Nos ocupan el diseño y la obtención de nuevos diagnosticadores, el desarrollo de sistemas analíticos para estudios de farmacovigilancia y farmacocinética de productos líderes de la biotecnología cubana y la creación de tecnología enzimática para obtener productos de alto valor agregado en la industria alimentaria y azucarera.
“También líneas de trabajo vinculadas a los sistemas de expresión de proteínas de plantas o sistemas unicelulares y como proyección vital la extensión e introducción en la provincia de productos del CIGB que llevan resultados del quehacer del colectivo”.
Y no podía faltar uno de los logros, orgullo de la institución: el del Heberprot-P, fármaco cubano en su totalidad, que ha posibilitado en varias naciones disminuir las amputaciones del pie diabético.
En su caso específico, acotó Pérez Cruz, los proyectos van dirigidos a su empleo en el llamado primer mundo y en Brasil, a partir de plataformas creadas por nosotros, refiere con sano orgullo.
“No estamos ajenos a prioridades de la nación, sobre todo en la garantía de alimentos y el tema mueve la dinámica de los técnicos y especialistas del CIGB para afincar en los sectores de producción el maíz híbrido transgénico y la soya, un escenario con estudios que arrojan la valía de los dividendos”.
Un futuro inmediato bien movido abraza a la membresía de la institución, donde el trabajo consumirá todo el tiempo necesario, en un colectivo donde el saber hacer ha sido y seguirá siendo determinante, para hombres y mujeres, jóvenes y experimentados, con un aval de lujo y con signos dorados en el acápite de la covid en Cuba.
Desde el CIGB de Sancti Spíritus se generaron los sistemas de cuantificación de los candidatos vacunales y después vacunas, pero también nacieron allí los anticuerpos para el Sistema Ultra Micro Analítico que posibilitó llevar hasta más 50 000 las personas diagnosticadas diariamente por PCR, dotados de reactivos biológicos espirituanos.
“Resultados con un protagonismo comprometido; hubo una necesidad de país, el centro organizó la respuesta y respondimos, con un impacto en la salud de las personas y eso es una motivación excepcional, refiere con una madurez real el joven Joel Javier Pérez Paz, especialista del Bioterio del CIGB.
Técnico en Medicina Veterinaria primero y médico en la especialidad después, a partir de las acciones de superación facilitadas por la institución, el muchacho dice con certeza que solo cuando tú entras en ella e interactúas con el mundo de la investigación, te das cuenta de la importancia de esta gran familia, de sus valores, ética y compromiso.
“El descanso no existe mientras haya un proyecto en espera de nuestra respuesta, puntualiza el especialista, para quien el mundo de los animales de laboratorio fue siempre una incógnita.
“La dedicación y el acompañamiento y sugerencias de los experimentados me prepararon para mis responsabilidades en el Bioterio, donde obtenemos de los animales anticuerpos monoclonales y policlonales para ensayos analíticos que se van a usar para el seguimiento de un producto final, un fármaco, una vacuna”.
Dice Javier que cuidar de estos animales requiere mucha exigencia y el máximo de consagración y constancia, pero abundan los motivos para hacerlo cuando sabes que muchos esperan resultados o para bien de la salud o para otras prioridades del país.
Y precisamente, con las motivaciones de todo lo hecho, el colectivo del CIGB también asume hoy la responsabilidad de generar los sistemas analíticos que apoyan la investigación, desarrollo y posterior producción del candidato vacunal contra el dengue.
“Nos corresponde producir los anticuerpos monoclonales y el sistema de cuantificación que se van a usar para ese candidato vacunal”, explica el doctor en Ciencias Enrique Rosendo Pérez Paz, director de la institución, que expone es un proyecto bien complicado.
“Son cuatro serotipos de dengue y se precisa una vacuna con cuatro antígenos diferentes y estamos trabajando en ello, y somos responsables de producir los reactivos biológicos para el tema diagnóstico temprano de la enfermedad, como parte de un equipo multidisciplinario donde se incluyen de conjunto con Inmunoensayo, la Defensa Civil y el CIGB.
“También estamos comprometidos con un candidato vacunal contra el virus del papiloma humano, e involucrados en el desarrollo de un nuevo sistema para el diagnóstico criminalístico; después de la covid crece la demanda de producción de anticuerpos monoclonales y policlonales para diversos proyectos”.
El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Sancti Spíritus surgió por la idea del máximo líder de la Revolución Fidel Castro Ruz de expandir el desarrollo de la ciencia y en especial de la biotecnología al interior de Cuba.
Después de varias acciones constructivas y de la remodelación de locales en la Facultad de Ciencias Médicas y el proceso de preparación del personal, el 10 de abril de 1990 queda constituido oficialmente el CIGB, sin duda unos de los proyectos científicos distintivos de la provincia y vitales para el país, donde mucha ciencia apoyada en el saber hacer marcan futuro.
“Nuestra riqueza y fortaleza está en los recursos humanos, entre jóvenes emprendedores y técnicos y especialistas más experimentados, siempre motivados y decididos”, acota Pérez Cruz, quien apuesta por esta gran familia que dirige, para soluciones vitales de la nación.
Un fuerte abrazo para Enrique y para todo el colectivo del CIGB SS. ÉXITOS EN SUS PROYECCIONES DE TRABAJO. 👍