Para llegar a su casa en Jicotea, había que cruzar un arroyuelo que se vencía con una sola zancada. Allí la levantaron, de cara al Sol, Eldo y Julia; allí, Juan aprendió del papá que la humildad espiga y florece hasta en las tierras más inhóspitas, y de la madre, que la vida —como el vino que ella adereza todavía en su sabia memoria— no se puede apurar y necesita de rigor.
Esa llaneza, esa filosofía heredada de sus padres debió advertirlas el entonces Primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cuando visitó la Redacción de Escambray el 6 de enero de 2016 y conversó, sin la menor pizca de protocolo, con nuestro timonel, Juan Antonio Borrego Díaz, quien se sentía el más simple de los grumetes, sobre la generación de contenidos de alta noticiabilidad y los modos de gestionar los procesos editoriales al interior de este medio espirituano.
Una fotografía, junto al hoy Presidente de la República, selló aquel encuentro de aprendizajes mutuos, donde Borrego fue él: habló sin poses doctas y esquivó elogios, porque sabía, mejor que nadie, de nuestras deudas profesionales con las audiencias.
Luego irrumpió la covid, y albergábamos la esperanza de que esta se estrellaría contra su tamañazo, contra su corpulencia. Todos apostamos por ello, todos perdimos.
“Me sumo al dolor y la conmoción del gremio periodístico —publicó Díaz-Canel en Twitter— por la temprana muerte por #COVID19 de uno sus miembros más brillantes y queridos: Juan Antonio Borrego Díaz, director del prestigioso diario @escambraycu, que tanto debe a su ejemplar conducción”.
Sucedió el 4 de octubre del 2021; mas, desde hacía tiempo Borrego constituía un paradigma de líder dentro del sistema de medios públicos cubanos y, en suma, voz de referencia entre los colegas; argumento esgrimido por la Presidencia nacional de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) para denominar con su nombre el máximo lauro entregado anualmente en el contexto del Festival Nacional de la Prensa y llamado desde su tercera edición Premio a la Innovación Juan Antonio Borrego.
Por ser su vida y ejercicio profesional tan altos como los penachos de las palmas de su batey natal y pozo profundo como el de su casa de Jicotea, la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez (UNISS) constituyó oficialmente este viernes la Cátedra Honorífica Juan Antonio Borrego Díaz; proyecto conjunto con nuestro colectivo y la UPEC en Sancti Spíritus, en la antesala del aniversario 40 de la fundación de la UNISS, de los 45 años de creado Escambray y del 14 de marzo, Día de la Prensa Cubana.
Integrada por profesores y estudiantes de la institución docente, así como por personal periodístico de la organización mediática y de otras del territorio, la cátedra investigará la obra de quien fuera corresponsal del diario Granma en la provincia desde 1992 y director de Escambray a partir de 1997 hasta su temprana despedida física, a los 56 años de edad.
Entre las líneas de investigación definidas pueden enumerarse el liderazgo en las organizaciones periodísticas como mediación en la gestión editorial, y la corresponsalía y su repercusión en la agenda de los medios nacionales.
Adscripta a la Facultad de Humanidades, la cátedra promoverá, igualmente, los estudios históricos de los órganos de prensa provinciales desde la perspectiva de la actuación de las mediaciones políticas, económicas, culturales y tecnológicas, así como el estilo periodístico en la era de la convergencia; en este último caso, por ser Borrego un animador en el empleo de las narrativas transmedia y de la conversión de las instituciones en entidades multicanales.
Esta iniciativa de la UNISS, Escambray y de la UPEC, que visibilizará aún más el desempeño profesional de quien mereció el Premio Provincial Por la Obra de la Vida Tomás Álvarez de los Ríos, hurgará en otras funciones asumidas por Borrego, incluido el rol de diputado al Parlamento cubano desde 1998 hasta su fallecimiento.
Gracias a su liderazgo y sabiduría para conducir los procesos editoriales, así como los destinos, en general, de una organización periodística, Escambray alcanzó disímiles reconocimientos, entre estos la Réplica del machete del Generalísimo Máximo Gómez, otorgada por el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y la del Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, concedida por la Asamblea Provincial del Poder Popular.
Después de la obtención del Gran Premio Acumulativo del II Festival Nacional de la Prensa Escrita —entregado a una representación del colectivo por el Comandante en Jefe Fidel Castro en 2000—, el periódico espirituano eslabonó una serie de distinciones en certámenes a nivel de país, como el Premio a la Innovación en la primera y segunda ediciones del Festival Nacional de la Prensa, correspondientes al 2020 y 2021.
Cada uno de estos premios esconde su historia, cada día vivido por Juan, también y, poco a poco, la cátedra la irá recomponiendo con la humildad de Eldo, su padre; el rigor de su madre Julia y la paciencia del lutier.
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