Señor Presidente:
Lejos de incentivar la construcción de un mundo más solidario y cooperativo, se multiplican las desigualdades, la pobreza, el hambre y la exclusión. Una exigua minoría disfruta el incremento exponencial de su riqueza, mientras las amplias mayorías luchan por la supervivencia.
Los actuales patrones de producción y consumo son irracionales e insostenibles y amenazan la existencia de la especie humana.
Es indispensable luchar por un orden internacional justo, democrático y equitativo centrado en el ser humano, en los pueblos del mundo.
La promoción y protección de los derechos humanos es un ideal común. Ningún país está exento de retos, y ninguno tiene autoridad para considerarse un paradigma en la materia, juzgar a los demás, y mucho menos, para politizar y utilizarlos para estigmatizar Estados soberanos y proyectos económico-sociales que no se ajusten a los designios de los amos de las finanzas, los mercados y las armas.
Los intentos imperialistas de convertir este Consejo de Derechos Humanos en un tribunal contra países que no se subordinan a los intereses geopolíticos de gobiernos poderosos, erosionan la credibilidad de este órgano y parecerían intentar retrotraerlo a los derroteros de la extinta Comisión de Derechos Humanos, que implosionó precisamente por esas prácticas.
Cuba como Estado miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos, defiende el diálogo respetuoso y constructivo y la cooperación internacional.
Abogamos por el pleno ejercicio y respeto a los principios de universalidad, indivisibilidad, objetividad y no selectividad en el tratamiento del tema.
En ese espíritu, presentamos nuestra candidatura para la reelección como miembro del Consejo de Derechos Humanos, en el período 2024-2026, en las elecciones que tendrán lugar en octubre próximo. Agradecemos de antemano la confianza de todos aquellos países que nos han otorgado ya su valioso apoyo.
La voz de Cuba continuará alzándose con una visión universal pero desde el Sur, en favor de los intereses legítimos de los países en desarrollo, de los pobres, los preteridos y excluidos, desde el compromiso constructivo, el diálogo responsable y la indeclinable responsabilidad con la realización plena de los derechos humanos para todos.
Señor Presidente:
El gobierno estadounidense aplica una genocida política de bloqueo, recrudecido en extremo y de “máxima presión”, que ha sometido a la economía cubana a tensiones extraordinarias que impactan en el deterioro del consumo y el nivel de vida de las familias, en la inflación, los precios, los salarios, la disponibilidad de alimentos y medicinas, y en el servicio eléctrico; y golpea los ingresos del país, las transacciones financieras, la industria, la construcción, los servicios, el comercio, la inversión, la salud y la educación.
La infame e infundada inclusión de Cuba en la arbitraria lista del Departamento de Estado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, agudiza aún más la difícil situación que provoca el bloqueo y tiene efectos devastadores en nuestro sistema financiero.
El imperialismo estadounidense financia operaciones de desestabilización y «cambio de régimen», calumnias contra la cooperación médica internacional cubana, y campañas de descrédito; utiliza poderosas plataformas tecnológicas tóxicas y alienta la censura y la manipulación de las grandes redes digitales contra Cuba.
Esta política ilegal estimula deliberadamente la emigración, en especial de las personas calificadas y en edad laboral activa.
Cuba se levanta cada día enfrentando estos embates, aunando esfuerzos, innovando, con una ilimitada capacidad de resistencia y creatividad; y avanza en el debate inclusivo, la participación democrática, en particular de los jóvenes; y el cambio fecundo y renovador de «todo lo que deba ser cambiado».
Continuamos con paso firme e irreversible perfeccionando el Estado socialista de derecho y justicia social, y nuestro modelo socialista de desarrollo cultural, social y económico, con el apoyo ampliamente mayoritario y activo del pueblo de Cuba.
Agradecemos profundamente la solidaridad y la cooperación internacional que Cuba recibe desde todos los confines.
Señor Presidente:
En libre y universal referendo en 2019, adoptamos una nueva Constitución con el voto secreto del 87% de los ciudadanos que fortalece las garantías y el marco jurídico-institucional para la protección y promoción de los derechos humanos para todas las cubanas y cubanos.
Se implementa el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar; el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial, y el nuevo Código de las Familias, aprobado en referéndum con un 62% de apoyo.
Señor Presidente:
Actuaremos desde la alta responsabilidad asumida con la Presidencia del Grupo de los 77 más China en 2023, convencidos de que un mundo mejor es posible, si escuchamos la voz de nuestros pueblos, trabajamos en su beneficio y defendemos con valor y estrecha unidad los intereses colectivos y justos del Sur.
Muchas gracias.
(Cubaminrex)
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