Es irrenunciable el compromiso de promover la causa de nuestros pueblos y una integración que elimine la desigualdad, con soberanía sobre sus recursos, dijo este sábado en Puebla el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez.
En la ceremonia inaugural del IX Encuentro del Grupo de Puebla, que sesiona en la ciudad mexicana donde nació hace cuatro años, Rodríguez Parrilla compartió la mesa presidencial junto a varios expresidentes, vicepresidentes y cancilleres, dirigida por el coordinador Marco Enriquez-Ominami.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores aseguró que esa integración debe ser con absoluta independencia, basada en la diversidad en unidad y viceversa, que promueva conciencia política en los pueblos.
Después de agradecer la invitación al evento y transmitir un saludo del líder revolucionario Raúl Castro Ruz y del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, expresó que en esa reunión sintió la presencia espiritual de Fidel Castro y José Martí, del Che y Chávez (Hugo), porque hay un renacimiento de los ideales bolivarianos que nos juntan y movilizan.
La reunión del grupo, precisó, se da en un momento en que el balance político de nuestra América acumula una tendencia irreversible del progreso y del paso de un sistema unipolar, de una globalización neoliberal opresiva y de dominación hegemónica del imperialismo, a uno multilateral de nuevo tipo.
Acaba de concluir en La Habana, recordó, una reunión del Grupo de los 77 y China, de todo el sur, que ha expresado con fuerza una idea común que conecta con los ideales progresistas del Grupo de Puebla.
También con sus propuestas y riesgos, así como con las posibilidades de un pacto financiero, no como otros encuentros en París o Bruselas que no cedieron ni un centavo al sur y ni siquiera mencionaron la palabra soberanía en relación con nuestros pueblos.
Dijo que viene bien el encuentro de Puebla para analizar las claves de lo ocurrido en el siglo XXI, y al respecto pidió al coordinador que circule entre los asistentes al encuentro la introducción de la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, aprobada en La Habana en enero de 2014 con posiciones concretas que conecta con el acervo y propósitos del progresismo de hoy.
Entre ellos citó la necesidad de la defensa colectiva, el resurgimiento del fascismo, el uso de la violencia política frente a la democracia y la defensa de los derechos humanos.
Ratificó que en Cuba se sigue con la construcción del socialismo como vía para enfrentar los retos, se renueva la revolución y se avanza mirando al futuro, en medio de una grave situación económica por el recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos hace 60 años, y agravado primero por Donald Trump y luego por Joe Biden.
Denunció que el bloqueo nunca fue más ilegal e inhumano que ahora y narró que provoca grandes daños humanitarios, y al mismo tiempo tampoco nunca fue más extraterritorial y cruel como se demostró durante la pandemia de Covid-19, en cuyo momento pico le negaron a Cuba la adquisición de ventiladores pulmonares y bloquearon la importación de oxígeno.
Exigió al gobierno de Estados Unidos que sacara a Cuba de la canallesca lista de países promotores del terrorismo, donde la colocó Donald Trump nueve días antes de abandonar la presidencia, pero allí la mantiene Joe Biden.
Grupo de Puebla: estamos en un cambio de época, no en época de cambios
El expresidente de Colombia Ernesto Samper aseguró que estamos en un cambio de época y no en una época de cambios, y hay que estar preparados.
Al inaugurar el IX Encuentro del Grupo de Puebla, que sesiona en la ciudad homónima mexicana donde este mecanismo nació hace cuatro años, Samper indicó que regresan a casa, un lugar histórico, porque allí se libró la batalla contra los franceses, donde les propinaron su primera derrota militar, y se firmó el documento que dio inicio a la teología de la liberación.
Al mencionar una frase del expresidente Rafael Correa, sentado también en la mesa directiva junto a Evo Morales y Martin Torrijos, exmandatarios de Bolivia y Panamá, respectivamente, dijo que ese cambio de época lo podemos entender mejor en estos cinco últimos años, cuando fue abortado un ascenso progresista en América Latina, que vuelve a florecer después de los grandes estragos de la pandemia de Covid-19.
Recordó cómo resurgió el invierno conservador con la pesadilla de Donald Trump al frente, toda la desgracia que este ocasionó, y cómo cuando empezamos a salir de la pandemia y de derrotar a gobiernos ultraderechistas, apareció la guerra de Ucrania y aumentó una inflación que ya venía desde antes.
Pero todo eso, aseguró, es parte del cambio de época y está marcando de alguna manera el principio del final de la anterior, pero eso hay que impulsarlo, y es lo que se va a tratar en este IX Encuentro del Grupo de Puebla.
El mundo se está desglobalizando, pero hay que desmontarlo, aunque lo estamos haciendo lentamente. Esa post época, o esa desglobalización neoliberal se llama desdolarización, y solo cuando avancemos en ese propósito podremos hablar de la creación de un nuevo espacio en un entendimiento global. Como dijo Lula (Luiz Inácio Lula da Silva), no nos habíamos dado cuenta que el dólar fue el arma hegemónica secreta para que la globalización tuviera dueño, y el neoliberalismo fuera un juego de perdedores y ganadores, por eso quisimos que en este encuentro se hable de lo que nos aprieta el zapato, de lo que golpea al progresismo, acotó.
Y en ese sentido, afirmó, se encuadran las sanciones unilaterales, todas son malas, la de Estados Unidos y Europa, porque se refieren a las personas, a países y economías; son ilegales, pero permitidas y toleradas, cuando solamente son válidas aquellas que figuran en la Carta de Naciones Unidas.
No es posible, insistió, en que un país, por poderoso que sea, se arrogue el derecho de castigar a otro, por eso son inmorales y ofensivas y amplían el radio de acción del enfrentamiento, y hay que discutirlo aquí también.
Por eso, quisimos traer a este IX Encuentro, tranquilos y con cifras en la mano, la propuesta de una nueva arquitectura financiera para enfrentar el impacto negativo que están produciendo las sanciones y no se puede aceptar una globalización con la preservación de esos castigos inmorales e injustos.
Samper avanzó que se examinará también una propuesta para terminar con la guerra en Ucrania, con cuya paz estamos comprometidos todos, y es lo que planteamos en el documento sobre política internacional, lo cual incluye un cese el fuego que conduzca a caminos de paz.
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