El Campeonato Mundial de Canotaje de Duisburg 2023 acontece sin uno de los más grandes piragüistas de los últimos años, el cubano Serguey Torres Madrigal.
El excelso deportista, líder de la canoa ganadora del oro en el C2-1000 metros durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, dialogó al respecto con JIT.
El espirituano de 37 años de edad no tuvo reparos en responder varias preguntas para sus seguidores.
¿Qué motiva su retiro del deporte?
Ningún atleta encontrará el momento oportuno para retirarse, porque nos adaptamos a no darnos por vencidos. Pero es cierto, llega el momento en que lo mejor es salir que empañar lo hecho. La vida, la edad y otras prioridades motivan el adiós.
¿Cuáles considera los momentos más grandes de su carrera?
Llegar el equipo nacional en septiembre de 2002; mi primera medalla, con solo 16 años de edad, en Komatsu 2003, en Japón; formar parte de la preselección a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004; el subtítulo en el certamen mundial de 2005, solo por detrás de los campeones olímpicos.
También el metal de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, en Perú. En esa ocasión todos esperaban el primer título para la delegación y lo dimos venciendo a campeones mundiales y medallistas olímpicos. Sin duda había nivel.
Agrego la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en el certamen mundial de 2019. Y por supuesto, el momento más importante de mi carrera fue el título alcanzado en esa cita bajo los cinco aros, materializándose 21 años de sueños, sacrificios y luchas…
¿Cuáles serían los instantes más sufridos?
La primera vez que me fui de un evento sin medalla, en 2006; los reveses en los juegos olímpicos; cuando casi estuve fuera de la preselección nacional en 2019 por criterio de algunos técnicos; y retirarme con ocho subtítulos universales y ninguna corona.
¿Su mayor inspiración para superar temores y momentos difíciles?
El reconocimiento social constituye el mayor incentivo para un atleta en nuestro país. Eso te hace preparar cada día para dar un buen espectáculo, pasar a la historia y mantener el deseo de ganar.
¿Mejor amigo dentro del deporte?
No soy una persona de muchos amigos, pero cito a Eduanni Rodríguez, quien fue entrenador y compañero de equipo desde nuestro natal Sancti Spíritus. Ha sido un gran amigo.
Deja una estela de éxitos y preseas. ¿Cuál atesora como inolvidable?
El título olímpico fue el punto más alto de mi vida deportiva. Cruzar la meta y ver arriba las letras de Cuba en la pantalla permitió liberar todos los deseos y emociones. Recuerdo que en los primeros días no lo creía… Llegué a pensar que se trataba de un sueño del que despertaría para ir a entrenarme.
¿A quién dedica sus victorias?
A mi familia y amigos, a la sicóloga Idalys Pérez, quienes estuvieron todo el tiempo y se sacrificaron para que lograra el sueño de ganar el oro olímpico, entre otros. También a los entrenadores que me formaron y a los compañeros que confiaron siempre en mí.
No olvido a mis seguidores más leales e incondicionales. Cuando el camino se hacía estrecho seguían dándome apoyo y confianza, por lo cual valía la pena continuar y no darme por vencido.
¿Alguien en la familia sigue sus pasos deportivos?
Un primo llegó incluso al equipo nacional juvenil. Ahora me tiene “preocupado” mi hija Brianne Torres Peñate, de nueve años de edad, a quien le ha dado por aprender la canoa.
¿Que desea hacer una vez se concrete el retiro oficial?
Estoy tratando de adaptarme a estar fuera del sistema y aprender a vivir normalmente. Más adelante quiero seguir ligado al canotaje como entrenador, disfrutar del deporte que tanta satisfacción, realización y momentos únicos me regaló.
¿Qué le dice a sus coterráneos?
Les reitero las gracias por estar al tanto de cada evento en que participé, por estar a mi lado. Ese agradecimiento será eterno.
¿Se ve formando a un campeón olímpico?
Ese es el sueño de todo entrenador, máximo si disfrutaste escuchar el himno de tu país en unos juegos olímpicos. ¿Se imagina que esa atleta fuera mi hija en mí mismo deporte?
Se retira uno grande del deporte espírituano y mundial, tremendos resultados en su carrera, esperemos verlo como entrenador preparando a nuevos campeones.
Inmenso y humilde, grandeza y sencillez, mescla presente en el hijo ilustre del Yayabo.