No importa que no haya tenido, injustamente, todo el brillo mediático que el suceso merece, ni que la propia familia beisbolera a todos los niveles le reste interés. No importa tampoco si él mismo, sumido en el mutismo a raíz de la decepcionante exclusión del equipo Cuba al V Clásico Mundial, no aquilate la estatura de su hazaña. A pesar de esos pesares, Frederich Cepeda Cruz volvió a entrar esta semana en la historia de los récords del béisbol cubano.
Lo logró cuando a la altura del cuarto capítulo del tercer partido de la subserie entre Sancti Spíritus y Artemisa conectara, a la zurda, un hit para así llegar a 3 894 bases recorridas en Series Nacionales de Béisbol y dejar atrás el reinado de otro grande, Orestes Kindelán.
Ahora se escribe fácil, pero para él no lo ha sido, aunque lo parezca. Imagínese cuántos batazos ha debido conectar el emblemático pelotero para llegar hasta aquí tras la primera ocasión en que comenzó a recorrer las bases desde que bateó el primer hit de su vida ante el matancero Ariel Tápanes en el estadio José Antonio Huelga, en la campaña 1997-1998 que fue su debut en Series Nacionales.
Además de la cantidad, para poder acumular tamaña cifra sus batazos han debido tener también contundencia y largometraje. Al momento de la marca (contando lo que ha hecho en la actual campaña) el espirituano sumaba 441 dobles, 54 triples y 345 cuadrangulares, todo ello consumiendo la respetable cifra de 6 876 turnos en el cajón de bateo.
De esta manera, en pocos días ha subido al trono de los clásicos nacionales dos veces, pues el pasado 10 de abril se convirtió en el nuevo rey de los tubeyes en Cuba cuando, también en el Huelga, en su primer turno, pegó biangular ante los envíos del guantanamero Joel Tejeda Claro y superó la cota de Michel Enríquez, que era de 437.
Para conseguir tales récords, Cepeda, con 43 años recién cumplidos, necesitó 25 campañas nacionales.
También en días el estelar espirituano deberá subir a otro trono, el de extrabases, en poder de Orestes Kindelán (853), para el que le quedarían 13.
Mas, si vamos a lo puramente técnico de las estadísticas, que son las que a fin de cuentas comandan en el béisbol, Frederich vive en el trono cada vez que logre superar sus propias marcas en los departamentos descritos y en otros en los que es el rey hace rato.
Por ejemplo, al momento de conseguir la primacía más reciente, le faltaban tres boletos para sumar 2 000, una cifra a la que nadie ha llegado y probablemente no lo logre otro pelotero.
Cepeda ostenta, además, el liderazgo histórico en el OBP (por ciento de embasado que mide las veces que llega a una base por todas las acciones ofensivas: hits, boletos, deadball) y que al inicio de la presente campaña era de 487.
Por si fuera poco, persigue de cerca a Enrique Díaz en la supremacía de los hits, pues el habanero completó 2 358 y Cepeda es el sublíder, a la escasa distancia de 48 imparables.
Habría que agregar que para lograr sus hazañas el Gallo mayor ha tenido en su carrera más de un impedimento para no consumir más veces al bate. Unos buenos, como sus ausencias por los contratos en Japón y México; otros malos, como las tantas veces que ha estado lesionado y las exclusiones sin sentido de determinados certámenes.
O sea, que el nombre de Cepeda está por derecho propio en la historia viva del béisbol y eso merece una reverencia, téngase la opinión que se tenga sobre la calidad actual de la pelota cubana.
Sobre esto último, les dejo un criterio, por cierto, no conclusivo. A propósito de los récords, algunos entendidos o aficionados les restan importancia a estas y otras marcas cuando las miran desde la baja calidad de la Serie Nacional, algo que para mí resulta ilógico. ¿O es que acaso le restaríamos mérito a lo hecho por Kindelán porque lo logró con el bate de aluminio? ¿O son mayores porque enfrentó a un mejor pitcheo? ¿O perdería gloria el mismo Enriquito que ostenta varias primacías ofensivas porque jugó 26 campañas y tiene la mayor cantidad de comparecencias al bate?
Cada época tiene sus propias distinciones y en ellas han coexistido peloteros que, con las mismas oportunidades, han tenido idénticas posibilidades que estos grandes y no lo han podido alcanzar.
Por eso, aunque algunos pretendan borrarlo o subvalorarlo, lo que la historia del béisbol recoge es lo que cuenta y merece el más elemental de los respetos.
Quien puede comentar algo negativo en verdad hay que revisarlo, talento inigualable el de Cepeda en la pelota, pero felicito a Elsa por su destreza valor e impiracion en tan grande talento que la historia no registra cifras como estás.
Felicitaciones y respeto para el gran Frederich por sus record. Nadie puede dudar de su calidad extraclase. Eso está mas que demostrado.
Esla genial como siempre
Cepeda, por alguna razón no explicable, siempre es cuestionado.
No podemos olvidar que Cepeda jugó en la época de los contratos, de las deserciones, de los inventos de que me cambio de aquí para allá y luego me voy, de hacer lo que fuese, bote, balsa, avión para ver si juego en la MLB.
Todo lo anterior muy válido, pero también es VALIDO y merece RECONOCIMIENTO que Cepeda ha permanecido en su PAIS y PROVINCIA.