Desde hace ya tiempo varias familias espirituanas han padecido la invasión de las llamadas chinches de cama, ese insecto que —aunque no trasmite enfermedades— se caracteriza por sus molestas picaduras y resulta bien difícil de erradicar puertas adentro del hogar, donde se adueña de cualquier espacio y se convierte en un problema para la higiene.
Este huésped indeseable se describe como un chupasangre de color marrón, sin alas, que se encuentra normalmente activo después de la puesta de sol y realiza un pico en su alimentación alrededor de una hora antes del amanecer, aunque puede también hacerlo en otras horas del día si se da la oportunidad.
Las chinches alcanzan a su “víctima” desplazándose, o incluso mientras suben por las paredes de las habitaciones hasta el techo, para luego dejarse caer sobre alguna persona cuando la detectan por el calor de su cuerpo.
Según los expertos, sus picaduras desaparecen, por lo general sin tratamiento, en una o dos semanas; sin embargo, pueden ocasionar reacciones alérgicas en la piel de algunas personas. Desde 1999 se han presentado focos de este insecto en Reino Unido, Alemania, Noruega, Australia, Canadá, India, Israel y Estados Unidos, entre otros países.
Aseguran que lo mismo llega en el equipaje de un pasajero a bordo de un avión desde Rusia, que refugiado en el dobladillo de un pantalón escolar. Dada la ya alargada presencia de este repudiable animalejo en el territorio, algunos se preguntan si constituye un problema sanitario o puede convertirse en una epidemia.
¿Cómo combatir a esta sabandija para eliminarla definitivamente?, ¿resulta necesario quemar el colchón y los muebles para exterminarla? Escambray buscó respuestas a estas y otras preguntas con Osvaldo Gómez Hernández, vicedirector de Vigilancia y Lucha Antivectorial en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.
¿Cómo ustedes definen y clasifican las chinches?
Es un insecto chupador de sangre, hematofágico; o sea, que necesita de sangre de animales o personas, de sangre caliente para su supervivencia. Tiene color marrón, es del tamaño de una semilla de manzana; pequeño, pero no microscópico, fácil de ver. Su presencia puede identificarse no solo por ver el ejemplar, sino también por las lesiones que causa en la piel.
¿Qué vías utiliza este insecto para llegar e instalarse en los hogares espirituanos?
Tiene diferentes maneras de llegar. El chinche no vuela, es trasladado por el hombre de un lugar donde hay una fuente de infección a otro. Una de las maneras es cuando se compra ropa procedente de otros países sin previo lavado y desinfección. Otra forma es cuando se compran muebles que traen huevos impregnados en la guata y con el calor humano estos huevos eclosionan y proliferan
También las personas deambulantes recogen en los supiaderos alguna almohada o mueble que tenga chinches y las traslada. Además, cuando recibimos visitas de personas que vienen de un lugar donde existe una fuente de infección y las trasladan en la ropa, en una mochila. Lo que sí es seguro que alguien las lleva a nuestra casa.
¿Pueden proliferar en cualquier lugar del hogar o prefieren para instalarse los colchones de las camas?
Por eso se les llama comúnmente chinches de cama porque fundamentalmente las encontramos ahí o en los muebles, donde las personas se estacionan y así pueden alimentarse de ellas.
Muchos se quejan de que, a la hora de dormir, cuando se acuestan en la cama sienten la picazón, ¿solo ataca y se alimenta de noche?
Claro, si no está la persona no tienen cómo alimentarse, aprovechan cuando las personas descansan en la cama o en algún mueble acolchonado.
¿Trasmiten o no enfermedades las chinches?
Hasta este momento no se ha demostrado que trasmitan enfermedades, no tienen capacidad vectorial, pero sí tienen efectos secundarios luego de la picada. Afectan la piel y, aunque estas picaduras suelen desaparecer en un período de cinco o seis días, algunas personas tienen muy delicada la piel —sobre todo los ancianos—, y son más vulnerables a que estas lesiones se compliquen.
¿Cuál es el protocolo a seguir cuando una persona cree que tiene este insecto en la casa?, ¿a dónde debe dirigirse para buscar ayuda?
Lo primero es no desesperarse, evitar el pánico porque es difícil eliminar la chinche, pero no imposible. Existen algunos tratamientos caseros para desarrollar en el propio domicilio sin tener que recurrir a los tratamientos químicos, o sea a los insecticidas, a los plaguicidas que también son nocivos para la salud.
En la casa se puede utilizar el alcohol con cloro al 50 por ciento. Sugerimos aplicarlo fundamentalmente en aerosol. También hervir la ropa a altas temperaturas para eliminar a los adultos y los huevos. Sugerimos poner los muebles al sol y cuando se lave la ropa de cama no dejarla caer en el piso para que no se reinfecte.
Además, sugerimos utilizar hojas frescas como la hoja de menta, el clavo de olor, que muchas veces los tenemos a mano y pueden ser efectivos. Igualmente se puede emplear la guayaba en estado de putrefacción mezclada con agua, se aplica en forma de aerosol para neutralizar las chinches.
¿Cómo obtener la asesoría de los especialistas ante la sospecha de una invasión de chinches en casa?
Las personas pueden visitar la Dirección Provincial de Vigilancia y Lucha Antivectorial, que radica en la calle Frank País No. 252 A, entre Carretera Central y Brigadier Reeve, al lado del Centro de Genética.
¿Ustedes recomiendan el uso de petróleo para controlar estos insectos?
No, no es recomendable. La chinche es susceptible a los olores fuertes y en áreas climatizadas también puede estar porque normalmente no empleamos temperaturas tan bajas que puedan inhibir su presencia.
¿Constituyen hoy las chinches un problema de salud para Sancti Spíritus?
A pesar de que tenemos incidencia, sobre todo en poblaciones vulnerables, hoy no constituyen un problema de salud, y todo el que nos esté leyendo si realiza este tipo de acciones puede evitar que siga proliferando la chinche.
Permanentemente, debemos tomar medidas en nuestras viviendas para evitar su entrada, fundamentalmente mantenerlas libres de guaridas, por ejemplo, evitar que las paredes estén desconchadas, lavar bien la ropa, mantener las medidas de higiene. Todo eso ayuda a que no haya chinches. Además, la utilización preventiva de los métodos caseros que mencionamos antes, utilizados de forma profiláctica, también evita su proliferación en nuestras viviendas.
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