La campaña por el aniversario 510 de la fundación de la villa de Trinidad, con el eslogan Nuestra ciudad, nuestra esencia, ya comenzó a andar; y hasta enero del año próximo se materializarán numerosas iniciativas que tienen como protagonistas a los habitantes de esta urbe, joya arquitectónica de Cuba y el Caribe.
Acciones constructivas en inmuebles y espacios públicos, convocatoria de concursos y otros eventos como las Olimpiadas Patrimoniales, la conmemoración de hechos históricos, ferias de salud en comunidades rurales y propuestas culturales que tienen como cierre la Semana de la Cultura conforman el programa que, con la conducción del Gobierno municipal, debe sumar a todas las entidades y organismos locales.
De acuerdo con Radelex Cartaya, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad y el Valle de los Ingenios, con un peso importante en este plan, se trabaja en la reanimación del museo del sitio San Isidro de los Destiladeros y la Casa Frías, sede de la maqueta de la villa, al tiempo que prosigue la intervención del último segmento de la Calle Independencia como parte del proyecto Arquitectura sin Fronteras, de la Junta de Andalucía.
En esta etapa, puntualizó, será beneficiada el área conocida como los Dos Cañones, a partir de un novedoso diseño urbanístico que contará con un espacio para la recogida de desechos sólidos, un parque comunitario y una caballeriza, con la que se pretende organizar las excursiones a caballo hacia el Valle de San Luis, en La Pastora.
La reanimación de todos los accesos a la Plaza Mayor resalta también entre las labores para retocar el encanto de la ciudad, al borde de sus 510 años de fundada. Se incluyen la reparación de aleros y otros elementos de los techos, las aceras y el empedrado, además de la pintura de las fachadas de los inmuebles que adornan este espacio citadino, señaló el funcionario.
Al presentar la campaña por este aniversario, especialistas de Comunicación de la Oficina del Conservador compartieron detalles en torno al plan de acción para su posicionamiento, así como la conceptualización y el manual de identidad.
Al decir de Karen Reyes Aróstica, al frente del equipo que trabajó y presentó la propuesta, el diseño gráfico que identificará los festejos fundacionales sintetiza a través del color los valores representativos de la urbe. Amarillo Trinidad hace alusión al patrimonio; el rojo terracota, a la tradición, a los orígenes de la villa a partir de la tierra; el azul y el verde simbolizan la cercanía al mar, al valle y la montaña. Y finalmente las manos que abrazan la torre del Convento de San Francisco de Asís resaltan este elemento iconográfico elegido por los trinitarios para darse a conocer al mundo como marca de ciudad.
A la celebración se suman igualmente otros motivos especiales: el quinto aniversario del título de Ciudad Artesanal, el cuarto de Ciudad Creativa y el 35 de la declaración de su Centro Histórico y el Valle de los Ingenios como Patrimonio Cultural de la Humanidad, acontecimientos que marcarán hasta enero la cotidianidad de este pueblo.
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