Durante el presente año, científicos cubanos aspiran a lograr un candidato vacunal formulado contra el virus del papiloma humano (VPH), listo para evaluar en modelos animales, paso relevante con miras a contar con un inmunógeno efectivo para enfrentar este problema de salud.
Sobre la importancia de una futura vacuna, el director general del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), el doctor en Ciencias Julio Alfonso Rubí, afirmó que es una oportunidad de proteger a nuestra población femenina en lo fundamental, ante un problema de salud como lo es el cáncer cervicouterino y otras lesiones asociadas a la infección del VPH.
La meta, aunque ambiciosa, es llegar a vacunar a la población femenina, entre nueve y 15 años de edad, para el año 2030, precisó Alfonso Rubí.
“El proyecto de vacuna contra el VPH va más allá de enfrentar un problema de salud; tener la vacuna en la mano y ser nosotros los productores es una cuestión también de seguridad y soberanía”, sentenció el doctor Alfonso Rubí.
En el mundo existen al menos cinco vacunas contra el VPH que están precalificadas; sin embargo, los precios de estas no son accesibles hoy a las posibilidades económicas de nuestro país, apuntó el científico.
Por su parte, Karen Marrero Domínguez, investigadora del CNIC a cargo del proyecto, aseveró que la propuesta está dirigida a la obtención de un candidato vacunal bivalente contra la infección de los VPH en sus genotipos 16 y 18.
El candidato vacunal en desarrollo está diseñado como una vacuna de subunidades, y emplea como antígeno la proteína mayoritaria de la envoltura de los VPH 16 y 18, denominada l1, dijo.
“Esta proteína, cuando se produce en sistemas recombinantes, tiene la propiedad de autoensamblarse en partículas, que se parecen morfológica e inmunogénicamente a las envolturas del propio virus. Por eso es que se denominan partículas similares a virus”, detalló.
Todas las vacunas desarrolladas hasta la fecha emplean estas nanoestructuras como ingrediente activo, y han demostrado que son capaces de inducir una respuesta inmune que protege, una vez que se inmuniza, contra la infección por estos virus, afirmó la investigadora.
Igualmente, expresó que los inmunógenos aprobados hasta la fecha incluyen la protección contra los genotipos 16 y 18, que, en conjunto, son los responsables del 70 por ciento del desarrollo del cáncer cervicouterino, razón por la cual el proyecto cubano también los emplea.
Marrero Domínguez explicó que el proyecto se ha dividido en tres etapas. La primera constituye el desarrollo y obtención de los sistemas de producción; en nuestro caso se emplea la bacteria Escherichia Coli como hospedero, y el establecimiento de las condiciones de purificación de las proteínas, y posteriormente el ensamblaje de estas partículas similares a virus, a partir de las proteínas purificadas.
“Ya están los antígenos a nivel de laboratorio estructuralmente correctos. ¿Qué nos está faltando hoy? Hacer la evaluación inmunogénica, es decir, de la capacidad que tienen estas estructuras de inducir esas respuestas en modelos animales”, sostuvo la experta.
Como segunda etapa del proyecto, corresponde adaptar el proceso de obtención de estas partículas, que se han desarrollado en el laboratorio, a una escala mayor, para lo cual se trabajará con el Centro Nacional de Biopreparados, a fin de obtener cantidades mayores de estos antígenos, que permitan el desarrollo del candidato vacunal como tal, en una formulación lista para ensayo.
“Nuestro propósito es bastante ambicioso, y es contar, antes de que termine el año, con un candidato vacunal formulado, listo para comenzar la evaluación en modelos animales, en cuanto a toxicología y respuesta inmune”, informó Marrero Domínguez.
En Cuba, el cáncer cervicouterino constituye la quinta causa de muerte en la mujer, y la segunda, específicamente, entre 15 y 44 años de edad.
Estudios para la identificación del VPH en diferentes grupos poblacionales, realizados por investigadores del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí y otras entidades médicas cubanas como el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, han evidenciado una elevada frecuencia de la infección por genotipos de VPH de alto riesgo oncogénico en mujeres cubanas, aun cuando presentaran una citología normal.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el VPH es un virus frecuente, de transmisión sexual. Si no han sido vacunadas, la mayoría de las personas tendrán una infección por el VPH en algún momento de su vida.
El VPH es la infección viral más frecuente del aparato reproductor y es causa de diversos trastornos, tanto en los hombres como en las mujeres, incluidas ciertas lesiones precancerosas que pueden progresar a un cáncer y las verrugas genitales.
Aunque la mayor parte de las infecciones por el VPH no causan síntomas y desaparecen espontáneamente, la infección persistente por el VPH puede dar lugar a enfermedades. En las mujeres, la infección persistente por ciertos tipos de VPH específicos (los más frecuentes son el VPH-16 y el VPH-18) puede conducir a lesiones precancerosas que, si no se tratan, pueden progresar a un cáncer cervicouterino.
La infección por el VPH se asocia también a cánceres orofaríngeos y anogenitales, así como a otros trastornos tanto en hombres como en mujeres.
(Con información de Granma y de la OPS/OMS)
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