La Policía de Ecuador confirmó la explosión este jueves de un segundo coche bomba en Quito, luego de que en la víspera se reportara un primer incidente de esta naturaleza en el centro de la capital.
“En Quito, otro vehículo tipo camioneta con dos cilindros de GLP en su interior, habría explotado por la acción de un artefacto de mecha lenta”, señalaron las autoridades policiales en sus redes sociales.
A partir de ello, la explosión provocó la destrucción del vehículo y daños en los exteriores del edificio del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), ubicado en la Av. 12 de Octubre entre Wilson y Foch.
En este sentido, el ente del orden añadió que no se registran víctimas mientras destacó que continúan las labores investigativas y operativas para capturar a los causantes.
De acuerdo con medios locales, el segundo estallido tuvo lugar sobre las 02:00 hora local (07:00 GMT) cuando testigos de la capital escucharon múltiples explosiones.
En consonancia, las fuentes precisaron que conductores que pasaban por el sitio grabaron un video del suceso, en el cual se muestra la incineración de una camioneta que tenía al menos un tanque de gas.
El hecho se produce luego de que durante la noche este miércoles un primer coche bomba estallara en una zona comercial del centro de Quito, donde fueron detenidos cinco ecuatorianos y un colombiano vinculados con la detonación.
De acuerdo con la Policía Nacional, la primera explosión se registró a aproximadamente las 19:00 [hora local] del 30 de agosto en las calles Robles y Amazonas, en el sector de La Mariscal, cerca de un edificio donde antes funcionaba el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), el departamento estatal encargado de custodiar y administrar las cárceles de Ecuador. En el vehículo se encontraron dos cilindros de gas y, aparentemente, tacos de dinamita.
“Tras las verificaciones preliminares, se establece que individuos habrían dejado abandonado el vehículo estacionado, en las calles Robles y Amazonas, en Quito, mismo que se habría encontrado con un artefacto de mecha lenta. Posterior, dos ciudadanos que se movilizaban en una motocicleta habrían lanzado líquido inflamable, que produjo la explosión del automotor”, detalló la Policía.
Mientras ocurrieron esas explosiones en Quito, agentes penitenciarios permanecen secuestrados por reos en la cárcel del Turi, en la ciudad andina de Cuenca, provincia de Azuay, al sur del país.
Los presos se han amotinado subiéndose al techo del recinto carcelario, uno de los tantos donde se han registrado hechos violentos en los últimos años en el país suramericano.
Wagner Bravo, secretario de Seguridad Publica y del Estado, en entrevista con FM Mundo, comentó que con estas acciones, tanto en las cárceles como en las calles (con los coches bomba), los grupos de delincuencia organizada “quieren amedrentarle al Estado” para evitar que sigan cumpliendo con su función de controlar los centros penitenciarios.
Sobre los carros bomba, consideró que podrían estar vinculados a una repercusión por el traslado a diferentes cárceles de las seis personas que fueron detenidas por su presunta implicación con el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido el pasado 9 de agosto.
Asimismo, según el SNAI, el motín en la prisión de Cuenca es en protesta por la intervención, con más de 1 800 efectivos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, efectuado el miércoles en la cárcel de Latacunga, capital de la provincia de Cotopaxi.
Esas acciones se realizaron con la finalidad de “sacar armas, municiones y explosivos” y “evitar hechos violentos”, según dijo el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso.
Todos estos hechos se registran mientras rige un estado de excepción, decretado por Lasso el pasado 24 de julio, en todo Ecuador, un país que en 2022 vivió el año más violento de su historia, con 4 823 homicidios intencionales en los 12 meses, y este año se perfila aún peor.
Y es que una crisis de inseguridad se vive en Ecuador, a poco más de un mes de celebrar el balotaje de las elecciones presidenciales anticipadas, en las que se enfrentarán Luisa González, candidata del movimiento Revolución Ciudadana (RC), y Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN).
El 15 de octubre próximo los ecuatorianos acudirán a las urnas para elegir al nuevo presidente del país, entre González y Noboa, quienes fueron los candidatos más votados en la primera vuelta celebrada el 20 de agosto, pero cuyos resultados no les alcanzaron para alzarse con el triunfo en esa oportunidad.
Estos comicios fueron convocados luego de que Lasso decretara muerte cruzada y disolviera a la Asamblea Nacional, además de acortar su mandato, en mayo pasado; decisión que tomó cuando el Parlamento llevaba a cabo un juicio político en su contra.
Por ende, las autoridades electas en estos comicios solo gobernarán hasta mayo de 2025, para terminar el período que comenzó en 2021.
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