Cuando la cigüeña te sorprende (+video)

La fecundidad adolescente representa un desafío en Cuba y refleja, entre otras condicionantes, las inequidades de género y la falta de educación sexual que limitan las oportunidades y proyectos de vida

Los científicos encontraron que el riesgo de muerte prematura era pronunciado para las mujeres que habían quedado embarazadas antes de los 16 años (Foto: Internet).

Amanda tiene 14 años y ya asume responsabilidades demasiado grandes para su edad. El nacimiento de sus gemelos ha puesto de cabeza las rutinas de esta muchacha que, tras un embarazo de riesgo, se estrena como madre con todo lo que implica en cuanto a cuidado y atención de un hijo; en este caso, dos.

Lo vivido por la adolescente no constituye una singularidad. En Cuba, y en todo el mundo, las relaciones sexuales se están iniciando cada vez más temprano, entre los 13 y 15 años, como tendencia. Y el apuro, casi nunca acompañado de responsabilidad ni protección, anticipa la visita de la cigüeña y coarta los derechos sexuales y reproductivos.

Porque sigue abrumando el número de mujeres que terminan siendo madres en plena adolescencia. Las estadísticas en varias provincias cubanas encienden el botón de alarma. En Sancti Spíritus, de las 1 615 captaciones de embarazos hasta el mes de julio de 2023, 274 corresponden a muchachas menores de 20 años, para una fecundidad en este grupo poblacional del 16.9 por ciento.

Y, más que los números, estremecen la inocencia y los sueños rotos. Para el doctor Frank García González, jefe de sección del Programa Materno Infantil (PAMI) en la Dirección Provincial de Salud Pública, preocupa el fenómeno en su conjunto y también las partes. En ese sentido, alerta sobre el incremento, cada vez mayor, de las gestaciones en edades todavía más tempranas. Se refiere a las 15 niñas que quedaron embarazadas entre 12 y 14 años durante los últimos siete meses.

El asunto no se reduce a la cultura o a las condiciones socioeconómicas o a los niveles de educación, sino que es expresión de las asimetrías de género y de violencia familiar que les cambian el rumbo a la vida de muchas mujeres, situación valorada a profundidad durante las sesiones de la Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y los Derechos de Igualdad de la Mujer de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En esos encuentros se ofrecían cifras preocupantes que daban cuenta de las 14 994 embarazadas adolescentes captadas en el país en el 2022, como resultado de una serie de condicionantes socioeconómicas y territoriales, entre las que destacan las desigualdades de género, la práctica de relaciones sexuales prematuras y desprotegidas y una deficiente educación integral de la sexualidad.

Tal realidad obliga a preguntarse: ¿Quién prepara a los adolescentes para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos? La orientación comienza en casa y se refuerza en la escuela; mas, son innegables las brechas en aspectos de carácter social, cultural y económico, y que, sin dudas, representan obstáculos para el desarrollo de proyectos de vida alternativos a la maternidad temprana.

De acuerdo con la doctora Rosalia Sosa Ortiz, supervisora del PAMI en la Dirección de Salud en Trinidad, la baja percepción de la adolescente del riesgo al que está expuesta aumenta ante la imposibilidad de contar con el apoyo de los padres. “Desde la Atención Primaria se debe reforzar el trabajo con el riesgo reproductivo preconcepcional. Hay que identificar a las muchachas que iniciaron su vida sexual y orientarlas en cuanto a métodos de anticoncepción y conductas responsables en las consultas de Planificación Familiar que funcionan en los policlínicos”, asegura.

Sin embargo, la escasez de anticonceptivos en Cuba resulta hoy un asunto crítico. Desde las propias páginas de Escambray se exponía la crisis del preservativo en la red de farmacias de la provincia y la venta a altos precios en el mercado informal de este profiláctico, uno de los más completos y seguros que existen, pues puede prevenir, al mismo tiempo, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual. 

A la crisis de los condones se añade la baja disponibilidad de otros métodos para decidir la descendencia. Lo confirma el doctor García González: “Contamos con un determinado nivel de píldoras y de dispositivos intrauterinos. En el caso del implante anticonceptivo —de una alta eficacia— es el que más falta en las consultas”.

Las consecuencias de la fecundidad en esta etapa son múltiples. Desde los riesgos debido a nacimientos prematuros o complicaciones durante el parto, la mortalidad materna y mayor posibilidad de abortos espontáneos, hasta las secuelas psicológicas, las cuales pesan toda la vida.

La doctora Irlenis Acosta, directora del Hogar Materno de Trinidad, reconoce la atención multidisciplinaria que recibe cada paciente. “Por protocolo, deben permanecer ingresadas, pues la edad en sí misma es un alto riesgo obstétrico. Se mantienen en el centro desde la captación hasta el parto que se realiza en el hospital provincial. Ellas no están preparadas para una experiencia que normalmente cambia todas las funciones del cuerpo de una mujer. El embarazo afecta el desarrollo armónico de la personalidad de la adolescente, aún en formación”, sostiene.

Ante tales desafíos, no puede entenderse una política de promoción dirigida a los adolescentes sin una visión intersectorial de sus particularidades. Los niveles de participación alcanzan lo individual, familiar, comunitario y social, de manera que el sistema de salud, las instituciones educacionales, la Federación de Mujeres Cubanas y otras organizaciones asuman sus respectivos roles que tengan en cuenta la propuesta y ejecución de intervenciones en las áreas educativa, informativa y de comunicación social.

Como eje transversal, la prevención tiene que rebasar la simple percepción de la famosa educación sexual que hoy se imparte en las escuelas. La clave está en la formación de valores, más que en la información que chicos y chicas puedan recibir. Una equilibrada combinación de afecto y oportunidades proporcionará jóvenes seguros y responsables. Se trata de una labor que concierne a padres, maestros y también, claro, a los medios de comunicación, con miras a lograr una adolescencia más sana y a la que no le sorprenda la llegada de la cigüeña.

Ana Martha Panadés

Texto de Ana Martha Panadés
Reportera de Escambray. Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

Comentario

  1. eso el telefonito en la mano el dia entero y poco cerebro

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