Estados Unidos aplastó a Cuba con marcador de 14-2 en la primera semifinal del V Clásico Mundial de Béisbol para conseguir el boleto directo a la final, mientras enviaba a su rival hasta el cuarto lugar.
No terminaron los cubanos con el mejor de los rostros luego de la expectativa levantada al avanzar a esa instancia, cuando no todos le dieron el favor de los pronósticos antes de empezar la competencia y, después de levantarse de entre las cenizas, aunque con otros rivales.
Y aunque Estados Unidos, el actual campeón, les superó en toda la línea, se esperaba un marcador menos holgado, sobre todo para una selección que llegó con el ego pegado a las nubes, tras avanzar hasta semifinales.
Pero todo el poderío de los norteños cayó sobre un pitcheo que hasta ese partido había lucido muy bien. Todo lo aprovechó la batería temible de los estadounidenses, despiadados con cuanto lanzador puso Cuba (7) y tan temprano como en el tercer acto, parecía que sobre el terreno había un solo elenco, ese que esperó completar las nueve entradas para sellar un triunfo cantado.
El poderío se tradujo en catorce hits, cuatro de ellos cuadrangulares. Y eso hizo la diferencia, además de la exquisita oportunidad en el bateo para anotar carreras en todas las entradas, excepto en la séptima. Quien se asoma al marcador final podrá ver que, en papeles, ambos equipos casi conectaron la misma cantidad de inatrapables: doce los cubanos, aunque ninguno con contundencia, ni tampoco con oportunidad.
No le hizo falta a Estados Unidos ningún lanzallamas para dominar. El veterano, de 41 años, Adam Wainwright, se alió a la maña de sus 17 temporadas en la MLB y contuvo las amenazas ofensivas, del primero al cuarto, sobre todo en el inning de apertura cuando Cuba llenó las bases sin outs, a base de roletazos mal fildeados por él mismo, pero solo pudo anotar una y de manera forzada.
Y ese desaprovechamiento marcó los rumbos de la ofensiva cubana. Podremos buscar que, si la diferencia horaria y el kilometraje desde Asia hizo mella, o si Armando Johnson se decantó por Andy Ibáñez, hasta ahora fuera de la alineación por lesión por delante de un Yadil Mujica que lució un mundo al bate y a la defensa, o si abrimos con este y no con aquel.
Las letras del partido enseñaron a un elenco de un nivel superior que, tras no mostrar todas sus uñas en la clasificatoria, se recompuso en esos juegos en los que hace falta ganar y ya está en su segunda final sucesiva a la espera del desenlace de este lunes entre México y Japón.
Cuba se fue por la puerta estrecha en un LoanDepot Park de Miami, que en términos generales le acogió bien, pese a lo sucedido en las gradas y sus derredores, que no es tampoco novedad pues tales lances de odio, provocaciones y ofensas, los han padecido otros elencos cubanos en esa propia ciudad.
El sueño de Cuba llegó hasta donde le dejó un evento que este domingo le reservó el rival de mayor categoría de los vistos hasta ahora en su paso por el Clásico.
Mas, tras esta despedida, me quedo con el buen sabor que dejó esta selección. La que acaba de concretarse es la segunda mejor actuación de Cuba en Clásicos Mundiales y la medalla de plata del 2006 sigue siendo lo más relevante.
Me quedo con los muchachos que lograron avivar corazones y levantar pasiones entre los cubanos de aquí y de allá, tan necesitados de alegrías beisboleras después de tantos descalabros en los últimos años.
Me quedo con los muchachos que devolvieron a Cuba a la élite de los Clásicos al estar entre los cuatro grandes, me quedo con el sabor de la esperanza despertada, no con el conformismo de asumirlos como campeones, porque eso puede desvirtuar las otras hazañas, las que se quedan en el corazón más allá de las medallas.
Vamos a alegrarnos porque el experimento de convocar a los profesionales de otras ligas funcionó.
Pero lo demâs, el Cuba, fue un equipo que jugó para 500 en el torneo, y si incluimos los topes de preparación pues perdimos más de lo que ganamos.
Nosotros no clasificamos. A nosotros nos clasifico Italia y las matemâticas.
Nosotros no llegamos a la semifinal por méritos propios, llegamos primero porque a Corea se le acabaro los innings contra Australia, y luego porque Australia jugó a su nivel cuando nos enfrentaron en cuartos.
El primer juego que jugamos con un equipo de los «duros» caemos por nocao (aunque la anotación diga otra cosa).
Alguien piensa que si nos hubieran ubicado en el grupo que por lógica nos tocaba, ibamos a ganarle a Venezuela, Dominicana y Puerto Rico? A Nicaragüa quizas, si nos quedaba pitcheo.
El triunfalismo absurdo es tan malo com el derrotismo ciego. Team Cuba o Team Asere rompió barreras internas, cambió mentalidades dentro y fuera de Cuba, pero decir que hemos regresado a la «elite de beisbol mundial» es absurdo.
Holanda fue cuarto lugar en Clasico anterior y nadie, ni los mismo holandeses, piensan que ellso están en la elite del beisbol mundial.
Así que a alegrarnos por el paso adelante, sin cegarnos y sin perder la perspectiva.
Considero que el razonamiento de Armando, sin el animo de quitarle méritos al cuarto lugar obtenido por nuestro equipo, tiene un alto contenido de realidad que no podemos dejar de reconocer.
Sobran razones para que nos sintamos satisfechos con el desempeño del equipo que nos representó en el clásico y, por lo tanto, a ellos nuestra más sincera felicitación y de manera especial a los peloteros de diferentes ligas que, a pesar de las críticas y de todos los opositores que, en el caso particular de un segmento de los EEUU, se oponían a que integraran la selección cubana, asumieron una posición valiente y participaron con dignidad y un alto sentido patriótico.
Ya sobre las insuficiencias que caracterizan al beisbol en nuestro país, se ha hablado bastante y las recomendaciones son innumerables y por consiguiente no me voy a detener para repetir la interminable cantidad de medidas y acciones que hay que acometer de forma inmediata, a todas las instancias, para lograr transformar y llevar nuevamente a los planos estelares a nuestro principal pasatiempo nacional y que podamos adquirir, convincentemente, una categoría similar o al menos cercana a la categoría que tienen las mayoría de los equipos que participan en los clásicos y muchos otros eventos internacionales en los que hace rato que el equipo Cuba se está presentando con una evidente desigualdad con respecto al resto de los equipos y cito como ejemplos a Holanda, Republica Dominicana, Puerto Rico, México y Venezuela entre otros.
Felicidades a los muchachos, llegaron mas lejos de lo esperado. AHORA, VAMOS CON NUESTROS GALLOS. COMO ESTAN? LISTOS? Y NUESTRO ETERNO 24?
Con todo el respeto permítame discrepar, no volvamos a los falsos triunfalismos de antaño, este equipo llegó aquí porque extrañamente cayó en la llave más fácil para clasificar y así y todo la suerte de los resultados jugaron a su favor, este equipo no se enfrentó a ningúno de los grandes para llegar hasta aquí, el primer juego contra un rival de categoría fué contra USA y ya sabemos cómo terminó.
Felicidades por el cuarto lugar pero hay que estar consiente y dejar el exceso de triunfalismo y ser objetivos,clasificamos por suerte de combinaciones matemáticas en el grupo más débil enfrentamos a Australia en un cruce reñido que la mayoría de sus peloteros juegan en su propia liga que no es un país beisbolero y ahora perdemos por marcador de ko contra los fuertes de verdad creo que le debemos ese cuarto lugar a que nos mandaran a Asia porque aquí en america hubiera sido distinto no estamos por delante de Puerto Rico,Venezuela o dominicana