La vida le ha cambiado de medio a medio porque siempre cuando se está a la vista pública hay cuestionamientos, pero ahora es diferente. No es lo mismo Greini Avello Madrigal, el trabajador por cuenta propia que tiene una cafetería en Los Olivos, que el delegado de la Circunscripción No. 107, en el municipio de Sancti Spíritus.
Ni por asomo se le ocurrió que alguien podría proponerlo para el cargo, pero con la votación por mayoría de los electores no hubo dudas y ahora se enfrenta a asuntos que antes veía muy lejos de su alcance, a pesar de ser un gran conocedor de la zona y de sus vecinos, quizás porque también desde hace una década es el presidente del CDR No. 7 en los Olivos I, y militante del PCC en el núcleo zonal.
“Ha sido para mí una gran ventaja el hecho de llevar tantos años en este quiosco donde todo el que pasa o vive en la zona viene a comprar. Cómo la mayoría son vecinos y conocidos consumen, pero también conversan, y eso me ha ayudado a conocer el universo que me rodea”.
Con una simpatía natural, sus vecinos, en buen cubano, lo califican como una “mata de guara”, en franca alusión a su facilidad para intercambiara primera vista y hacer amigos
“Estoy empezando a verme como delegado, pero sé que no es una tarea fácil, porque no es solo esperar los despachos con los electores cada miércoles, sino que, como representante del pueblo, ejercemos gobierno, intervenimos en las decisiones estatales que afectan a toda la comunidad en la Asamblea Municipal, y en la discusión y solución de los problemas”.
Aunque se estrena en la gestión de Gobierno en medio del persistente bloqueo y las continuas escaseces, a Greini no le asusta la lista de planteamientos, porque también sabe que, si bien el delegado no está para resolver dificultades, le es obligado intervenir de manera activa en las decisiones que tienen que ver con la vida de la comunidad y de la provincia, y lograr, ante todo, la participación popular en cada problema, como principio esencial de la democracia cubana.
“Quedan muchos asuntos por resolver que tienen que ver con el deterioro que tienen los edificios en estructuras, redes hidráulicas y sanitarias, la lentitud de comunales en la limpieza de los supiaderos y el vertimiento de fosas, entre otros asuntos que están despachados, pero sin recursos es difícil resolverlos”.
¿Representa un problema ser trabajador por cuenta propia y al mismo tiempo el delegado del barrio?
Pues nada, ser trabajador por cuenta propia es un oficio como otro cualquiera y no está reñido con mi integridad. Eso no es un problema. El mayor compromiso es representarlos bien. Los delegados nos debemos al pueblo y este poco tiempo me ha servido para estar más cerca de la gente. Es una labor bonita porque estás haciendo algo útil por las personas que me eligieron y confían en mí, pero también sería bueno sentir el apoyo, la comprensión y un mayor desempeño de las entidades administrativas, garantes en gran medida de la solución de asuntos priorizados en el ámbito social porque son los que tienen los recursos. Nuestra razón de ser es servir al pueblo y gestionar sus problemas, pero los delegados solos no somos nada”.
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