Pocos, pero muy pocos atletas de deportes para discapacitados en la provincia espirituana han logrado lo que el cabaiguanense Di Ángelo Lóriga Rodríguez. Mucho menos en el corto tiempo que media desde el día en que por primera vez tomó un arma en sus manos hasta ahora, que ya suma 20 años.
En ese lapso se convirtió, por ejemplo, en el primer espirituano en lograr una presea a nivel universal en una Copa del Mundo de Paratiro, cuando en julio pasado en Osijek, Croacia, Lóriga se alzó con la medalla de bronce en la modalidad de 50 metros por equipos mixtos (P4).
En esa competencia completó el trío con Alexander Reyna y Yenigladis Suárez, quienes acumularon 1 526 unidades y solo fueron superados por los elencos de la India y Serbia. A ese total él aportó 516 puntos e individualmente fue el mejor ubicado por Cuba al quedar en el noveno puesto durante la fase clasificatoria en la que intervinieron 29 tiradores.
Ya antes, en el 2022, había participado en la Copa del Mundo, realizada en agosto del pasado año, en Corea del Sur, en la modalidad de pistola de aire a 10 metros y en el Campeonato Mundial efectuado en los Emiratos Árabes Unidos, también su primero.
Justo la primera de esas competiciones le concedió el privilegio de ser el único representante de la tierra del Yayabo que intervendrá en los Juegos Parapanamericanos del 17 al 23 de noviembre, en Santiago de Chile, a los que Cuba asistirá con una selecta nómina de 37 paradeportistas.
Su arma aún está caliente, pues en septiembre intervino en el Campeonato Mundial con sede en Perú, donde registró marca personal de 555 puntos a nivel internacional.
Y ya que ha llegado tan lejos, sus aspiraciones son altas, tanto como la cita andina, para seguir tirando en la diana de las primicias: asistir a los Juegos de París 2024.
Con el influjo que le dio su primera medalla mundialista, mira ahora hacia Chile. Por eso entrena sin descanso en la capital del país, donde se impone a los obstáculos que se empeñan en trocar su objetivo.
“Asistiré en las modalidades de fusil a 10 metros de aire y 50 metros pistola libre. Hemos hecho una buena preparación a pesar de las dificultades que hay por culpa del bloqueo, pues no tenemos balas y tenemos que hacer estática contra la pared. Pero sí me siento bastante bien para los Juegos Parapanamericanos, tanto desde el punto de vista físico como mental.
“Claro que el bronce en la Copa del Mundo significó mucho para mí porque es mi primera medalla internacional y en un evento que tuvo mucho nivel. Ese saldo me inspira cada día más a tener buenos resultados”.
Porque siempre ha pensado en grande, todo cuanto hoy vive el muchacho no estaba lejos de sus aspiraciones, cuando empezó en el área de Guayos de la mano de Alejandro Linares e Imirse Ferro. En lo adelante todo fueron “tiros” rápidos y certeros hasta entrar en la matrícula de la EIDE Lino Salabarría y a partir de ahí en cuanta competencia nacional ha existido. Es el actual campeón nacional en el fusil y subcampeón en la pistola como para quedar bien con las dos armas que compite, otro de sus retos.
“Bueno yo me incliné hacia ese deporte porque se practicaba en Guayos, tenía 13 años y estaba en séptimo grado, me acerqué al área, me gustó y empecé a practicarlo. Alejandro me guio en mis primeros pasos allí y luego en la EIDE practiqué con Imirse y después con Yaíma Pérez, quien es mi entrenadora en la actualidad.
“Tengo más condiciones en la pistola, aparte de que me gusta más y es la que entreno con mayor fuerza porque en realidad en el fusil no tenemos condiciones para competir internacionalmente y más bien lo hago como un hobby”.
Sin entrar al campo de tiro de Santiago de Chile, sabe que dar en la diana del boleto olímpico es bien fuerte y desafiante. “En los Parapanamericanos se otorga un solo boleto en el sector masculino, es decir, al que alcance el oro, pero si el que resulta campeón está clasificado se va pasando hasta que llegue a uno que no lo esté”.
Para conseguirlo, confía en sus cualidades como tirador, que para él son la concentración y la técnica. No lo dice por modestia, pero en ello le van también su perseverancia y su consistencia para entregarse a los entrenamientos sin horas y sin mirar las limitaciones, en el momento en que deciden solo él y su arma. Sabe también que en sus tiradas va el esfuerzo de muchos, sobre todo de quienes lo iniciaron en el deporte y confiaron en él.
“Yo les agradezco mi carrera a mis entrenadores porque gracias a ellos me inicié en este deporte y han logrado que llegue hasta el nivel que tengo hoy”.
Di Angelo sabe que detrás y delante del parapeto hay mucha gente anónima que lo siguen y le dan fuerzas cada vez que sale a la línea de tiro. Es en ellos en quienes piensa cada vez que la vida le conmina a empinarse
“Lo único que quiero resaltar en la entrevista es darles las gracias a todas las personas que me han ayudado y me han apoyado en estos años, en especial a los vecinos, amistades y sobre todo a mi familia. A ellos les digo que cuenten conmigo y que esperen mi medalla de los Parapanamericanos”.
Y recalca su meta: “Mis aspiraciones son participar en unos Juegos Olímpicos y además ser campeón. Ese es el sueño de todo atleta”.
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