Este 23 de junio se celebra el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, una jornada especial para todas esas féminas que, desde los diferentes campos de esta rama, impulsan la profesión.
La fecha pretende crear conciencia sobre la importancia de una profesión, ejercida cada vez más por mujeres, cuyo aporte constituye una notable oportunidad profesional para las futuras generaciones, tanto en el ámbito académico como en el laboral.
De ahí que Escambray llegue hoy hasta la Universidad José Martí Pérez de Sancti Spíritus (UNISS), donde la joven Jennifer Estrada Madrigal se forma como ingeniera.
“Siempre estuve motivada por esta carrera, a pesar de vivir en la ciudad. Convertirme en ingeniera agrónoma ha sido mi sueño, un logro que estoy a punto de materializar, pues ya curso el cuarto año de la carrera.
“Pensé en que como mismo existen médicos para las personas y para los animales, las plantas también lo necesitan y ese es el caso de los ingenieros agrónomos que nos convertimos en los doctores de las plantas”, asegura la estudiante.
De acuerdo con la joven, los agrónomos son los encargados del desarrollo de los cultivos más resistentes a plagas y enfermedades, además de dar seguimiento a los cambios fisiológicos de las plantas y a las mejoras genéticas.
“Las ingenieras agrónomas podemos insertarnos a los más diversos procesos de investigación y sobre esa base presentar nuestros propios proyectos, y ese es mi caso, quiero enfocarme a la investigación, aparte de hacer ciencia.
¿Te has sentido discriminada por ser mujer en el transcurso de tu carrera?
“No, para nada, yo me siento orgullosa de ser mujer y de vivir en Cuba, porque aquí no se discrimina a las mujeres, sino que nos incluye en todos los proyectos y nos dan responsabilidades”.
SER INGENIERA FORESTAL ES DIFÍCIL, PERO NO IMPOSIBLE
Cuando se habla de Ingeniería Forestal, se piensa en la campiña, en la guarda y cuidado de los bosques, en andar a caballo, y hasta en que no es una profesión apta para mujeres; lo cual constituye un absurdo, manifiesta Jeffany Méndez Lazo, estudiante de cuarto año de esta especialidad en la UNISS.
“Sin dudas, es una actividad difícil para las mujeres, pero no imposible, solo tiene que gustarte y enamorarte de ese entorno natural que nos rodea”, sintetiza Jeffany.
La futura ingeniera forestal explica que la carrera aquí es poco conocida, las mayores matrículas en el país se registran en la Universidad de Pinar del Río, sin embargo, ella siempre se sintió identificada.
“Escuchaba a un primo mío que era ingeniero forestal, y que ya no está entre nosotros, hablar con total devoción de cuanto hacía, de paisajes, de áreas protegidas, y eso me fue cautivando, a pesar que soy oriunda de un campo de Jarahueca”, apunta la futura ingeniera.
“De mi familia he tenido total apoyo, de pequeña siempre estuve husmeando cada rinconcito de la Finca La Margarita con mi padre, preguntando el nombre de cada planta, cómo proteger y cuidar cada pedacito, y pienso que esa ha sido también la causa de mi elección”.
La joven ha tenido que consultar investigaciones científicas de todo tipo, documentaciones en latín, en habla inglesa, variedades de software para la consulta de datos, “y eso te da la medida que tiene un amplio espectro para la investigación científica”, dice.
Jeffany habla ya de sostenibilidad ecológica y ambiental, de entorno, del complejo integrado que sería un hábitat.
“La Universidad nos enseña muchísimo y nos prepara para trabajar en equipo, también a socializarnos con la empresa. Como mujer en la ingeniería, lo más importante es aportar desde mi entorno ese granito de arena que tanto se necesita a la sostenibilidad del medio ambiente”, concluye la futura profesional de la ingeniería en Sancti Spíritus.
RAZONES PARA ESTUDIAR INGENIERÍA INFORMÁTICA
La joven espirituana Amelia Carbonel Martínez mira su futuro como ingeniera Informática a partir del desarrollo de la informatización de la sociedad que se lleva adelante en Cuba.
“Hoy el mundo gira alrededor de la digitalización y eso está muy a tono con la informatización de la que tanto hablamos en nuestro país, y quizás esa haya sido mi mayor motivación”.
Amelia cursa su tercer año de la carrera en la universidad espirituana, y para ella esta especialidad le abre muchas posibilidades de crecimiento y desarrollo como profesional.
Para Amelia, celebrar este 23 de junio, el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, es algo indescriptible: “Hoy las mujeres podemos ser no solo ingenieras informáticas, sino también podemos ser forestales, agrónomas, constructoras, y eso muestra la capacidad y el lugar que nos hemos ganado a base de esfuerzo, como muestra del desarrollo emancipador de las cubanas, porque somos mujeres empoderadas”, sintetizó Amelia.
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