Cuba pone a disposición de todos sus capacidades tecnológicas y científicas, y sus recursos humanos, para ayudar en la prevención, preparación y respuesta frente a pandemias presentes y futuras, afirmó este 20 de septiembre el presidente Miguel Díaz-Canel.
Durante su segunda intervención del día en el segmento de Alto Nivel del 78 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU, esta vez en la reunión sobre Prevención, Preparación y Respuesta frente a Pandemias, el jefe de Estado recordó que la “Covid-19 nos impuso una triste y amarga lección de la que estamos obligados a aprender”.
La emergencia sanitaria “develó la fragilidad de los sistemas de salud y puso al desnudo la crueldad de las inequidades que caracterizan al mundo”, dijo.
“Durante la pandemia de la Covid-19, el Gobierno de Estados Unidos aplicó exenciones humanitarias temporales a países víctimas de sus medidas coercitivas unilaterales”, denunció el mandatario, quien recordó que se “excluyó a los cubanos de ese alivio humanitario temporal”.
Aún peor -apuntó-, mientras la pandemia cobraba millones de vidas en el planeta, el criminal bloqueo contra Cuba se intensificó a niveles sin precedentes y generó dificultades y demoras para el arribo de insumos y equipamientos médicos imprescindibles para enfrentarla, en particular, para la industrialización de las vacunas cubanas.
Se obstaculizó, incluso, la adquisición de oxígeno medicinal en terceros países y el suministro de ventiladores pulmonares, añadió.
Destacó que “a pesar de las adversidades, nuestra industria biofarmacéutica y el potencial de los científicos cubanos nos permitieron crear en tiempo récord, tres vacunas y dos candidatos vacunales contra la covid”.
El presidente Díaz-Canel enfatizó que mientras en el peor momento de la pandemia las corporaciones transnacionales y los Estados más ricos de occidente acaparaban los medios necesarios para combatir la enfermedad, Cuba colaboró con el envío de 58 brigadas médicas a 42 países y territorios, que se sumaron a los más de 28 mil de nuestros profesionales de la salud que en ese momento prestaban servicios en 59 naciones.
Por eso ratificó que la Covid-19 “evidenció que la cooperación global es una necesidad, no una elección”.
En ese sentido puntualizó que “Cuba aboga por la adopción de un instrumento internacional robusto para la prevención, respuesta y recuperación ante pandemias, bajo la conducción de la Organización Mundial de la Salud”.
“Hacemos un llamado a la adopción de políticas universales, redistributivas y solidarias, con el compromiso de no dejar a nadie detrás”, sentenció el gobernante.
Estamos listos para desarrollar intercambios científicos y en salud con los países interesados, y brindar asesoramiento para promover la colaboración internacional, expresó.
El mandatario cubano reiteró que en esta misión Cuba también pone a disposición de todos, sus protocolos epidemiológicos, clínicos y de laboratorio, los resultados de investigaciones en el desarrollo de medicamentos innovadores de próxima generación, así como los de la investigación científica.
“Cada país puede y debe contribuir en lo que está a su alcance”, añadió, porque “los beneficios deben ser universalmente accesibles para todos”, sentenció el presidente Díaz-Canel al concluir que “para avanzar por ese camino, cuenten siempre con Cuba”.
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