Un universo muy propio cuelga de las paredes de la sala principal de la Galería de arte Oscar Fernández Morera, de la ciudad del Yayabo. Cada objeto, sentimiento, pensamiento tiene el lugar idóneo. Es el mundo interior de Kiki, vecino de la localidad de Guayos, quien provoca esta vez a meditar sobre la vida y sus contratiempos lógicos, gracias al talento del joven fotógrafo Brian Perera Alsina.
“Kiki in the sky whith diamonds busca develar características de su vida, reliquias, esos diamantes tan propios y que permanecen muy organizados en su aparente caos mental”, resume el joven creador que regresa a la institución cultural otra vez como “cazador” de las esencias de donde reside.
Son 20 fotografías de mediano tamaño en blanco y negro que forman un ensayo fotográfico. Y junto con el retrato como materia artística se visualiza un evidente homenaje a los chicos de Liverpool.
“A Kiki lo marca su conocimiento del inglés y su devoción por The Beatles, así como del rock and roll. De ahí el título de la muestra basada en el tema Lucy in the Sky with Diamonds. Me comunico con él en ese idioma”.
Los retratos, algunos en primerísimos planos más allá de las huellas de quien es diagnosticado con una enfermedad psiquiátrica presentan hilos que han tejido su historia de vida.
“Desde que supo de la existencia de esta exposición colaboró. Me abrió las puertas de su casa, de su diarismo. Descubrí su personalidad, sus alegrías, miedos, pasiones… Me llamaba y me decía cosas que para él eran de interés. Me demostró que no podemos quedarnos en la primera impresión de un ser humano. Eso es lo que busco cuando aprieto el obturador”.
No resulta esta la primera muestra de Brian Perera Alsina que toma como leitmotiv a personajes pintorescos —populares– de Guayos. La propia Oscar Fernández Morera había sido testigo con anterioridad de Rostros insolubles.
“Como yo le digo es mi aldea y aunque he podido vivir en otros lugares, sigo ahí. Soy muy territorial. Creo que aun no se ha explotado todo lo que debería en personajes, historias… En el caso de la fotografía, aunque desde pequeño me interesaron las artes, no pude estudiar por cosas de la vida sí opté por este camino porque capta momentos, marca historias, queda el recuerdo”.
Y en esa búsqueda constante de lo que no perciben los ojos en el primer instante se ha propuesto este joven regalarnos próximamente trazos de las antológicas Parrandas que tanto dignifican al fragmento de terruño donde reside.
“Sigo con la fotografía para descubrir muchas más esencias”, concluye.
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