La recuperación postoperatoria del Papa Francisco en el Policlínico Gemelli, continúa positivamente luego de la cirugía intestinal a la que fue sometido el miércoles por la tarde por el equipo dirigido por el médico Sergio Alfieri, que duró tres horas bajo anestesia general, pero «sin complicaciones».
La noche transcurrió bien y en paz para el Pontífice, que consiguió «descansar de manera prolongada».
Y hoy el cuerpo médico que le sigue hizo saber que Francisco «se encuentra en buen estado general, alerta y respirando espontáneamente».
En definitiva, una situación tranquilizadora para el Pontífice argentino de 86 años, que ya había sido operado del colon hace dos años, también en el Gemelli y por el profesor Alfieri, y que desde entonces repetía que no quería volver a someterse a anestesia general. Lo que, en cambio, sucedió, sin dificultades particulares y con un resultado brillante.
«Los controles de rutina son buenos. Tendrá el descanso postoperatorio necesario durante todo el día», anunció nuevamente el cuerpo médico a través del director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.
«Su Santidad el Papa Francisco ha pasado un día de descanso», comunicó Bruni. El personal médico que sigue el postoperatorio del Papa «informa que se alimentó con una dieta de agua. Los parámetros hemodinámicos y respiratorios son estables. El postoperatorio es regular». Esta tarde, solemnidad del Corpus Domini, el Papa «recibió la Eucaristía».
Entre los muchos mensajes de cercanía le llamó la atención el cariño de la familia del pequeño Miguel Angel, bautizado por el Papa Francisco el pasado 31 de marzo durante una visita a los servicios de oncología pediátrica y neurocirugía infantil del hospital, quienes le enviaron un cartel con un mensaje de pronta recuperación. «El Santo Padre ha querido agradecer personalmente a la madre con una breve llamada telefónica», añadió el portavoz de la Santa Sede.
Además, dijo que «el Papa es informado de los mensajes de cercanía y cariño recibidos en las últimas horas y expresa su agradecimiento, al tiempo que pide seguir rezando por él».
La cirugía fue necesaria por una «hernia incisional incarcerada» en correspondencia con la cicatriz de operaciones quirúrgicas laparotómicas previas realizadas en los últimos años.
Esta hernia incisional provocó al Santo Padre, durante algunos meses, «un síndrome suboclusivo intestinal doloroso y que empeora».
Sin embargo, Francisco reaccionó tan bien a la cirugía que el miércoles por la noche, inmediatamente después de despertarse de la anestesia, ni siquiera dejó de bromear con el profesor Alfieri. «Cuándo hacemos la tercera?», le preguntó.
Lo que suscitó, entre los muchos testimonios de cercanía en las redes sociales, incluso un comentario como el del padre Antonio Spadaro, una persona muy cercana a Bergoglio: «Sí, tiene una fibra fuerte. Pero sobre todo una gran fe y… un gran sentido del humor. Siempre y a pesar de todo».
La jornada del Pontífice, por tanto, hoy ha estado enteramente dedicada al descanso. Pero ya en los próximos días Francisco no dejará de abordar de nuevo, incluso desde su cama de hospital, las prácticas y deberes que le esperan.
Las audiencias se suspenden hasta el domingo 18 de junio, pero por lo demás no hay transferencia temporal de poderes, confirmó el miércoles el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, a los periodistas.
Asimismo, explicó que en cuanto sea posible, el Papa, «aunque sea desde una cama de hospital, reanudará el ejercicio de su ministerio, así que si hay cosas que hay que decidir, urgentes, se las llevan al hospital Gemelli».
En primer lugar, se verá si este domingo Francisco podrá rezar el Angelus desde el décimo piso del Hospital Universitario, donde se encuentra el apartamento papal, como ya sucedió durante la anterior hospitalización en julio de 2021.
La agenda del los próximos días y semanas estarán ocupados principalmente por la reunión y las consultas con el cardenal Matteo Zuppi que regresa de la misión en Kiev y también por las decisiones sobre su posible partida a Moscú.
De fondo, si bien la cadencia de los compromisos disminuirá sobre todo en julio, permitiendo también una adecuada convalecencia, existen, sin embargo, viajes como el de la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, del 2 al 6 de agosto, y el de Mongolia, de 31 de agosto al 4 de septiembre. De ahí también el Sínodo de los Obispos de octubre sobre la sinodalidad.
El descanso pleno del Papa, dado también su activismo y su conocido deseo de no escatimar esfuerzos, no parece destinado a durar mucho.
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