Ocupa el espacio número 12 de la calle Honorato y debe su curioso nombre al ilustre médico espirituano Antonio Rudesindo García del Rijo. Emergió de las ruinas de una casa antigua y fue construido en su totalidad entre 1818 y 1827, hasta que el tiempo implacable deterioró nuevamente sus horcones.
Recibió una de las labores reconstructivas más reconocidas de la ciudad justo a las puertas del tercer milenio y el 18 de noviembre de 2001 abrió nuevamente sus puertas como uno de los inmuebles más atractivos de Sancti Spíritus.
Este lugar no solo resalta por su majestuosa fachada con tonalidades vibrantes de azul, su arquitectura típica colonial, su carpintería francesa con lucetas y vitrales o la enorme puerta de madera clavada en la gran sala y protegida por un voladizo exterior.
En realidad, este hotel boutique que se encuentra enclavado en la ciudad espirituana se comercializa como el producto estrella del complejo Rijo-Plaza-Don Florencio.
“Fue inaugurado con 16 habitaciones: cuatro en el primer piso y 12 en el segundo”, comentó Ricardo Perurena Cancio, el jefe de recepción hotelera del complejo.
Aunque esta instalación comenzó su marcha con tres estrellas, gracias al alto grado de personalización del servicio que actualmente posee y a la habitación especial para minusválidos, imprescindible para la categorización, en pocos años logró ascender a la categoría de cuatro estrellas.
“En sus inicios costó su comercialización porque Sancti Spíritus no era fuerte como producto turístico, pero después del 2008 los viajes Cubanacán, la cadena hotelera fundadora, coadyuvó a la visibilización de El Rijo en un mercado provincial dominado fundamentalmente por Trinidad”, agregó Perurena Cancio.
En la actualidad, el cliente recibe un servicio de lujo y la propuesta de habitaciones amplias con un estilo colonial, que hacen al turista sentirse un siglo y medio atrás, constituye un valor agregado.
“Gracias a ello, hemos obtenido premios de la mano de plataformas como Trip Advisor y HolidayCheck. Recibimos principalmente turismo de circuito de países como Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Francia y España”, añadió el jefe de recepción hotelera del complejo.
La ardua labor de los trabajadores, unido a las comodidades que el local ofrece, hacen que esta instalación se comercialice como una oferta de lujo de la red hotelera espirituana.
Honestamente. No es posible prestar un servicio de lujo con el déficit de aseguramientos logísticos que tiene la cadena Islazul. Las deudas acumuladas que mantiene la cadena Islazul en el país en MLC con ITH los obliga a mantener sus ofertas mediante compras a las MIPYME’S. Esto trae como consecuencia no solo la inevitable distorsión de los costos. Sino la inseguridad alimentaria por falta de inocuidad de los alimentos que se compran a los TCP y MIPYME’S ; si la industria del MINAL está lejos de cumplir los estándares de calidad de las normas Internacionales del sistema IFS que son más estrictas que las ISO , podrán imaginarse ese cumplimiento en las FGNE.