El Starship de SpaceX, el cohete más grande y más poderoso que se ha creado, despegó de su plataforma de lanzamiento en Boca Chica, Texas.
Pero el primer vuelo de la empresa de Elon Musk, que comenzó con un rugido masivo de los 33 motores de su propulsor Super Heavy, terminó pocos segundos después de que comenzó a dirigirse hacia el cielo.
El cohete pudo pasar un punto clave: despejar la torre de lanzamiento y no volar la infraestructura de la plataforma.
Pero fue en el punto en que el propulsor trató de separarse cuando las cosas salieron mal. El propulsor comenzó a dar vueltas y luego, una explosión.
SpaceX llamó al evento un “desmontaje rápido no programado”.
Pero como señala la editora de ciencia de la BBC Rebecca Morelle, a pesar de que la compañía quería que esta prueba fuera más allá, no lo llamarán un fracaso.
En la sede de SpaceX se escucharon vítores, incluso cuando el cohete se convirtió en humo.
El hecho de que el cohete haya despegado es un comienzo: la empresa de Elon Musk ahora evaluará qué salió bien y qué salió mal, y luego intentarán de nuevo.
“¡Felicitaciones al equipo de SpaceX por un emocionante lanzamiento de prueba de Starship! Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses”, tuiteó Elon Musk minutos después de que explotó el cohete.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.