Como paso esencial en el largo camino que transita el tabaco desde el campo hasta la fase de torcido, se puede calificar el proceso de planteo del tabaco tapado, momento que define la línea de trabajo a seguir en la campaña de beneficio con vistas a alinear por clases y colores las capas destinadas a los puros de exportación.
Por la escogida de Zaza del Medio, una de las tres instalaciones de este tipo que se dedica en Sancti Spíritus al beneficio del tabaco tapado, inició este viernes el proceso de planteo, especie de clase práctica donde participaron especialistas de la rama tabacalera en Cuba y la provincia, junto a los productores de tabaco tapado que tributan su cosecha a ese centro de clasificación.
Víctor Julio Cabrera Lazo, especialista de preindustria en el Grupo Tabacuba, declaró a Escambray que, el planteo es el proceso de inicio de la etapa de beneficio que sigue a la fase agrícola del cultivo, un paso inaplazable porque ninguna campaña es igual, y el tabaco tiene diferencia en la calidad y los colores que salen de la curación, detalló.
“Es un proceso hoja a hoja, abrirla, estirarla, alisarla, mirar de la hoja las dos bandas y ver las características que tiene para poderla colocar en una de las clases que se determine; después, en los centros de beneficio hay personas calificadas que se encargan de mantener esta línea de trabajo que trazamos hoy”, explicó.
De acuerdo al especialista, el planteo persigue unificar todas las clases de tabaco en Cuba, trazar la línea a seguir en la preindustria porque se debe trabajar de una forma pareja en el país; se trata de un paso dirigido a las escogidas, a los centros donde se va a beneficiar el tabaco y en el que participan los especialistas de las empresas, los revisadores de los centros y los productores que acopian la hoja para esa instalación, señaló Víctor Julio Cabrera.
El especialista subrayó la importancia del proceso porque “alinea las clases por sus características en todo el país, busca que las clases estén dentro de los parámetros técnicos establecidos para su posterior uso en el torcido, y cada clase de tabaco obedece a una vitola determinada en la fabricación de los Habanos”, afirmó.
Asimismo, resaltó que la región central tiene actualmente un rol importante en la capa que se está obteniendo en Cuba para el torcido de exportación, porque el tabaco —dijo— “reúne buenas características, colores, grasa, elasticidad, además, se está trabajando con disciplina tecnológica por parte de los productores y en los centros de beneficio”, acotó.
También reconoció que, “sin los productores de tabaco tapado no se puede hacer el proceso, porque ellos son los que aportan la materia prima para hacer el planteo y el trabajo de las escogidas; además, le da aprendizaje al productor en lo que pudieron haberse equivocado en la parte agrícola o en la fase de cura, les enseña cómo obtener mejor capa para las cosechas venideras”, expresó.
En la actual cosecha de tabaco tapado participan 101 productores de cuatro municipios y Sancti Spíritus estima aportar unas 81 toneladas de capas con destino al torcido de exportación.
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