El voto libre y voluntario es un derecho para todos los cubanos; de ello pueden dar fe Hortensia Ramírez y Máximo Pérez, un matrimonio trinitario que desde su hogar tuvieron la oportunidad de elegir a sus representantes a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
A su vivienda, ubicada en la calle Anastasio Cárdenas, llegaron Yeniset Miranda, la presidenta del Colegio No. 2, acompañada de la pionera Rosalía Pérez, con las boletas para que los dos ancianos no se sintieran excluidos de estas elecciones que transcurren con total transparencia en los 168 colegios electorales del sureño municipio.
Hortensia, de 68 años y Máximo, de 86, reiteran su apoyo a Cuba, a la Revolución y confían en la trayectoria y valores de los candidatos, no solo del municipio, sino de todo el país. “Soy cubano hasta la muerte”, sostiene el octogenario, combatiente además de la Lucha Contra Bandidos.
En otro momento de esta jornada en la que poco más de 57 000 trinitarios acudirán a las urnas para elegir a sus diputados al Parlamento, Escambray conversó con Isabel Arbeláez, quien se recupera de una intervención quirúrgica. Esta maestra ya jubilada durante muchísimos años estuvo entre las autoridades electorales de su circunscripción, e incluso su casa acogió más de una vez uno de los colegios electorales.
“Hoy me han traído la boleta a mi casa”, dice con una mezcla de nostalgia y orgullo. “Voto por un Parlamento muy bien representado. En las manos de estos compañeros que estamos eligiendo hay un gran compromiso. Su labor entraña mucho sacrificio, pero necesitan el acompañamiento de todos los organismo y organizaciones para con el apoyo del pueblo seguir adelante defendiendo nuestros principios y la Revolución, que son irrenunciables.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.