Con el objetivo de salvaguardar el patrimonio y las tradiciones más autóctonas de Trinidad, una de las primeras villas fundadas en Cuba por los colonizadores españoles, la Empresa Aldaba continúa apostando por proyectos de desarrollo local que contribuyan al crecimiento sostenible de la ciudad como comunidad.
Fundada el 12 de abril de 2012, la entidad que tiene un papel esencial en la promoción y estudio de los valores de la llamada ciudad museo del Caribe impulsa iniciativas como Implicarte, propuesta encargada de llevar el arte y la cultura a comunidades en situación de vulnerabilidad como Magua, FNTA y Méyer, asentamientos ubicados en el singular paraje del Valle de los Ingenios.
Yeni Cariaga, especialista en Relaciones Públicas y Promoción Cultural en Aldaba, resaltó a la ACN la riqueza arquitectónica y paisajística de la ciudad cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad junto al Valle de los Ingenios, e insistió en la necesidad de fomentar esos conocimientos en los sitios más distantes, muchos de ellos vinculados a la opulencia que alcanzó Trinidad a finales del siglo XVIII.
Explicó que a partir de una programación enfocada también en resaltar las festividades más significativas, las propuestas artísticas se desarrollan durante todo el año; mientras, destacó el trabajo de agrupaciones como Estilo Propio, Dador Teatro y Manacanabo, quienes han llevado a cabo una intensa labor en la transmisión de las tradiciones.
Consciente de cuanto más puede hacerse en un sitio reconocido como Ciudad Creativa y Ciudad Artesanal del mundo, Aldaba estrecha alianzas y promueve el acercamiento a la tercera edad, organiza talleres de plástica, cerámica y tejido y recorridos guiados por lugares emblemáticos del valle y de la localidad donde se conservan verdaderas joyas de la época colonial.
Mairette Lorente Alfaro, especialista principal de la subdirección Técnica de Aldaba, ponderó los vínculos que mantienen con la Escuela Especial Jesús Betancourt, institución en la que no solo aportan con acciones de mantenimiento y reparación, sino también con sus saberes.
Sin dejar a un lado la organización de eventos como Trinidad a la Cal, cita celebrada en fecha reciente para enriquecer la tradición constructiva de la otrora tercera villa, la entidad tiene entre sus planes retomar junto a las artes escénicas el festival Teatreando al Sur, un espacio que desde la comunidad de Méyer, en plena serranía, fomente el amor por el teatro entre los más pequeños.
Paralelamente a su labor comunitaria, Aldaba prosigue con sus trabajos de restauración en edificaciones de gran significación y la prestación de servicios gastronómicos.
Según un material publicado por el periódico espirituano Escambray a propósito de la primera década de la entidad, encontrar el punto medio en la relación entre cultura y turismo ha resultado uno de los mayores desafíos —y aciertos— para este colectivo.
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