Con la disponibilidad de recursos, dígase combustible y materiales de construcción, a veces en cero, Trinidad ha logrado remontar no pocas adversidades durante el 2023 para materializar un grupo de acciones en función de mejorar servicios básicos y las condiciones de vida de la población.
Estas prioridades se incluyen en los planes de la economía y los presupuestos del Estado, cuyo destino lo aprueba la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP). Bajo esa premisa, el programa de transformación de barrios y comunidades en situación de vulnerabilidad recibió más de 18 millones 820 mil pesos, a lo que sumó otro monto procedente de la contribución territorial.
De acuerdo con Tania Gutiérrez Fontanills, presidenta del órgano de gobierno en la localidad sureña, este año pudo hacerse uso del 50 por ciento de ese aporte, que superó los 4 millones y medio de pesos. Son los delegados quienes aprueban y dan luz verde a las propuestas presentadas por el Consejo de la Administración Municipal.
Las comunidades Manuel Sanguily, Santiago Escobar y Tres Palmas, esta última ubicada en las serranías, fueron testigo de la transformación integral dirigida a renovar la infraestructura de consultorios, bodegas y escuelas, al tiempo que se construyeron parques infantiles y se repararon los viales.
Con la participación de los vecinos, que son los protagonistas del cambio, continúan las acciones en los asentamientos de Casilda, Polo Viejo, la Pastora y el barrio Pelayo Cuervo, aunque algunas de estas labores se extenderán al año próximo, aseveró Gutiérrez Fontanills.
En el caso de la contribución territorial- señaló la presidenta- las principales partidas beneficiaron al sector del comercio en el municipio con un número importante de sus unidades en mal estado y poca solvencia económica para financiar este tipo de trabajos.
“Por ello se decidió destinar el mayor por ciento de ese aporte a la reconstrucción de bodegas, lo cual ha contribuido al mejoramiento de la imagen y la seguridad de esos establecimientos”, agregó.
Así, ya se dan los toques finales a La bodega el Roble, los mercados industriales La Barata y Las Comisiones- ahora como un único establecimiento- y el ranchón Manaca Iznaga, entre las obras favorecidas por este programa resultado de la autonomía territorial.
De igual modo, aseveró que los gastos de la reparación de la sede de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana también proceden de ese presupuesto, así como las cifras destinadas a la adquisición de equipamiento informático para la Dirección de Desarrollo Local, dependencia de reciente creación.
En cuanto a los centros educacionales y consultorios médicos, precisó que la principal fuente de financiamiento procede de los nuevos actores económicos, en particular de las mipymes, que asumieron la remodelación de varias de estas instituciones, entre las que figuran las escuelas República de Cuba y Frank País, esta última en la comunidad el Vallecito y el IPU Eduardo García.
Gutiérrez Fontanills se refirió, por último, a la voluntad gubernamental en aras de concluir estos compromisos con calidad en saludo al aniversario 65 del triunfo de la Revolución y el cumpleaños 510 de la ciudad de Trinidad, en enero del 2024.
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