Cuando el viajero o el citadino desandan la ciudad de Sancti Spíritus, entre los tantos detalles arquitectónicos, artísticos y de cultura que presenta la urbe, llaman la atención varias estatuas hechas de mármol blanco.
La estatua de Judas, ubicada en el casco histórico de Sancti Spíritus, debe su honor a Judas Martínez-Moles Echemendía, político, periodista y destacado luchador independentista espirituano.
La frialdad del mármol de Carrara no consiguió distanciar el asombro de aquellos espirituanos que transitaban por la Plazoleta Diego Dorado el 18 de noviembre de 1917, quienes seguramente la rondaron perplejos una y otra vez por la semejanza increíble de aquella figura esculpida a tamaño natural, que parecía traer de regreso al reconocido político y periodista.
El 24 de febrero de 1922, una estatua fue develada con la figura del ilustre médico cubano Rudesindo Antonio García Rijo, en lo que es hoy en día el Parque José Manuel García (médico y padre de Rudesindo Antonio García), ubicado en el corazón de la antigua Villa de Sancti Spíritus, fundada en 1514 por el adelantado y conquistador Diego Velázquez.
Unas tres décadas después, en 1952, la logia Hijas de Acacia financió el levantamiento de una estatua a las madres, también en mármol blanco con incrustaciones en mármol negro, que se puede disfrutar en la esquina sur de lo que se conoce hoy como paseo Marcos García.
A pesar de no ser las únicas, estas obras de mármol blanco son distintivas y como que la mirada va a ellas, cuando el transeúnte se acerca al escenario geográfico donde el arte, la historia y la sensibilidad se dan la mano sobre mármol blanco.
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