Aunque está acostumbrada a los retos, el que asume hoy como candidata a diputada a la Asamblea Nacional por el municipio espirituano de Taguasco le tomó por sorpresa a esta mujer de estatura pequeña a la que le sobran razones para sonreír y tener la respuesta que necesitan sus electores de la Circunscripción No. 7 de ese territorio, a pesar de que apenas le alcanzan las horas para cerrar la agenda de cada día.
Y es que detrás de la voz dulce y aniñada de Yaimé García Herrera hay una cubana que sabe hacer valer su criterio con verbo suave, pero firme a la vez; que sabe ser delegada de base, atender a su familia y al mismo tiempo cumplir con su responsabilidad al frente de la Dirección Municipal de Economía y Planificación, sin sustos, aunque sí con preocupaciones.
“Me sorprendió, porque ni remotamente pensé que entre la gran cantera de gente valiosa que reúne tantas condiciones y tienen una trayectoria increíble me fueran a escoger en todos los plenos de las organizaciones de masas. Eso me compromete mucho más con mi pueblo y mis electores”.
A pesar de su larga experiencia laboral, primero como técnica en contabilidad en la Unidad Inversionista de la Vivienda Municipal, jefa del Departamento de Inversiones de la Dirección de Economía y Planificación, hasta llegar a tener la máxima responsabilidad allí, habla con ilusión de lo que han significado para ella los tantos encuentros que han tenido los candidatos en las comunidades del territorio, en centros estudiantiles, cooperativas agropecuarias y en cada barrio donde se han sentido como en casa y han escuchado, de primera mano el sentir de los ciudadanos.
“No es comparable con nada, porque aun en esos puestos de dirección nunca antes había tenido la posibilidad de llegar a tantas personas como ahora. Este andar por las comunidades ha sido algo bonito, y que las personas te acojan como lo han hecho a lo largo de estas semanas, que en medio de tantas dificultades hagan un espacio para intercambiar de la manera que lo han hecho, hacerte saber que te conocen y se sienten satisfecho de su elección, te hacen sentir bien y comprometida. También te ponen a pensar en el hecho de que, si me eligen, tengo que responder como ellos lo esperan y, al mismo tiempo, sé que de ninguna manera los puedo defraudar porque estoy comprometida con el pueblo”.
Más de una vez se aferra a la idea de que ser candidata a diputada al máximo órgano de poder en Cuba representa un orgullo, pero también de ser electa este 26 de marzo, una gran responsabilidad.
“¿Cómo lo asumo? Convencida, desde mi visión como economista, de que hay mucho que aportar para el desarrollo de la vida política y económica del país, en la transformación de la vida de esas mismas comunidades que hemos visitado, y dispuesta a dar mi aporte para que todo lo que se apruebe vaya encaminado a defender a esa población que confía en nosotros y a contribuir con mis conocimientos a que las medidas de corte económico que se discuten lleven el beneficio para el pueblo y de respuestas a sus inquietudes y aspiraciones”.
Sabe, además, que siendo mujer el reto es mayor, ya que conlleva a equilibrar el trabajo con la atención a la familia. Hace un alto en la conversación y los ojos se iluminan junto con una gran sonrisa cuando habla de sus tres hijos estudiantes y el apoyo del esposo, trabajador de Informática y Comunicaciones en la Empresa Eléctrica Provincial, y piensa en las veces que tendrán que asumir las tareas del hogar con el orgullo de verla como protagonista de tareas importantes aun cuando esté lejos de casa.
“En una tarea ardua porque ser delegada de base también se las trae porque se trata de defender y gestionar los problemas del entorno en que una se desenvuelve, pues si bien algunos tienen una solución inmediata, otros son atendidos de conjunto con los delegados y los organismos correspondientes, para que tengan respuesta en el menor tiempo posible y con acciones concretas y es ahí, ante diferentes situaciones que se presentan a diario, en que habrá momentos que será necesario explicar que no contamos con los recursos que se requieren o explicar de forma clara y sin tapujos la respuesta a cualquier planteamiento”.
Para esta candidata a diputada de 41 años, militante del Partido y cubana de las agradecidas, apenas hay imposibles, de eso, dice convencida, se trata el compromiso y la sensibilidad que tienen las mujeres de estos tiempos, las mismas que forman parte de una sociedad diversa y son protagonistas, desde su espacio, de las transformaciones del país.
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