San Pedro, una comunidad que nació casi en los confines del Valle de los Ingenios y constituye uno de los principales exponentes de la arquitectura vernácula en Cuba, cobija a hombres y mujeres laboriosos dispuestos a vencer cualquier tipo de contratiempo.
El más reciente, un tornado que el pasado miércoles 19 de abril arremolinó tejas, ramas y bloques para alterar la tranquilidad de los vecinos y ensañarse con las cubiertas de 12 viviendas y de la escuela primaria Esteban Hernández de este poblado situado a poco más de 30 kilómetros de Trinidad.
Tras concluir el levantamiento de los daños y visitar alrededor de 23 inmuebles, el grupo de trabajo del Gobierno local, presidido por la Dirección Municipal de la Vivienda, confirmó dos derrumbes totales de techo y 10 parciales, e inmediatamente tramitó la necesidad de recursos que ya se encuentran en manos de las familias damnificadas.
De acuerdo con Rafael Rosa Acosta, director de la Vivienda en el sureño territorio, las cubiertas de canelones resultaron las más afectadas, por lo que se priorizó la entrega de 200 planchas de fibrocemento procedentes de La Habana asignadas a los propietarios de los inmuebles que perdieron todo el techo. “Uno de los casos se encuentra en proceso de solicitud de un crédito para comprar los recursos, mientras el otro ya cuenta con buena parte de ellos”, agregó.
Según el directivo, ante el déficit de suministros y de materiales de la construcción, se buscan alternativas a partir del trabajo comunitario en función de recuperar los canelones y utilizarlos en la reparación de las cubiertas que sufrieron daños parciales. También se procedió a la venta de cemento, puntillas y tejas francesas para dar respuesta a otras afectaciones menores.
Rosa Acosta comentó a Escambray que a través de los trabajadores sociales y de Comercio se ponen a disposición de los vecinos otros materiales que permiten asegurar los techos de las viviendas y lograr proteger de algún modo el fondo habitacional de esa comunidad, evaluado de vulnerable.
Entretanto, la escuela primaria Esteban Hernández reinició este lunes el curso escolar pese a las afectaciones sufridas en los techos de varios de sus locales, según declaró Maira Fundora, directora de Educación en Trinidad, quien destacó la participación de los trabajadores del plantel en las labores de recuperación, así como el apoyo de la Oficina del Conservador de la ciudad trinitaria.
El primer bloque —acotó— ya posee toda la cubierta de planchas de zinc y las acciones se concentran en el ala izquierda del segundo bloque, el pasillo central y la mitad del comedor. Para estas labores se cuenta con los recursos, lo que permitirá avanzar en la rehabilitación total del centro educacional.
No es la primera vez que el poblado trinitario es testigo de este tipo de evento meteorológico, es una experiencia siempre impactante, reconoció Eunice Jiménez Díaz, la presidenta del Consejo Popular, quien aplaude también el apoyo y la solidaridad mostrada.
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