Escambray Periódico de Sancti Spíritus
En medio de otra turbulencia internacional en la pelota cubana tras la eliminación del equipo en el Campeonato Panamericano Sub-23 con sede en Nicaragua, la II Liga Élite del Béisbol Cubano cumplió los primeros 20 juegos o, lo que es igual, la mitad de su calendario regular.
De ese lapso, lo más notorio es la pugna por los boletos a postemporada de cinco de los seis elencos enrolados, pese a que falta tramo para hablar de la eliminación de Santiago de Cuba, último lugar de la tabla de posiciones y alejado de la cima.
Tal ubicación de los indómitos e incluso de los actuales campeones nacionales, los tuneros, anclados en el penúltimo puesto, aunque con escasa diferencia con los punteros, mantiene la tabla de posiciones al revés, al menos por los pronósticos, para suerte de los seguidores de los espirituanos que, contra todo vaticinio, mantienen una batalla campal por el primer puesto, mano a mano con Industriales.
Por lo que se veía previo al evento, debido a que fue Sancti Spíritus el sexto y último pasajero a esta lid y también por los refuerzos que pidió, el equipo local no estuvo en el blanco de los favoritos de expertos ni de los fanáticos.
Mas el terreno, que es al final el que habla, ha premiado a la tropa de Lázaro Martínez, quien se las ha ingeniado para mover las piezas que tiene según los dictados del torneo, a pesar de que, por ejemplo, ha debido cambiar, como les ha sucedido a otros directores, más de una vez el nombre de los refuerzos con los que inició el primer día, unos por lesiones, otros por bajas personales y un número condicionado por la inclusión de varios de sus peloteros en la nómina del Cuba Sub-23 que participó en el Premundial.
Pero los malabares mayores ha debido hacerlos en el pitcheo, casi con la misma táctica empleada en la Serie Nacional: empatar brazos para cubrir los nueve innings (o los siete) al tener la garantía de contar con dos de los mejores relevistas del país: Yankiel Mauris y Yanielkis Duardo.
Ello se ilustra en el hecho de que las victorias alcanzadas se reparten en ocho lanzadores, mientras Mauris ha logrado tres salvamentos y Duardo, cuatro.
El equipo espirituano ha tenido un puntal en el box: Ariel Zerquera, quien al parecer se reencontró con el desempeño de la campaña 61, cuando fue el mejor zurdo de la Serie, luego de lo cual tuvo una desastrosa actuación en la lid precedente. Zerquera es líder del staff al acumular cuatro triunfos con dos derrotas y un astronómico 0.90 de PCL, resultados que lo ubican entre los primeros de la justa en ambos departamentos.
De manera general, el pitcheo compila sobre los 4.70 de PCL y la subserie ante Matanzas esta semana lo puso por encima de la media, aunque mantiene un control aceptable, de menos de tres boletos por juego de nueve entradas.
Para lo que queda de campaña, los Gallos prescindirán del zurdo Miguel Neira, quien abandonó la selección nacional Sub-23 en Nicaragua.
Para mantenerse en la lucha por los primeros puestos, Lázaro Martínez ha podido, además, contar con una formación regular que ha sido bastante estable y eficiente.
Ayudados, sobre todo, por el supernocaut propinado a Santiago de Cuba en el estadio José Antonio Huelga la pasada semana, el bateo de los yayaberos parece fortificado en el average, con promedio por encima de los 300.
El aprovechamiento ofensivo exhibe casi seis anotadas por partido; pero, ojo, el equipo ha carecido de bateo de fuerza, tal como lo ilustra su producción de extrabases, una de las más bajas del torneo junto a la de Santiago de Cuba: 33 sin contar el partido del jueves, una baja producción que le ha impedido aprovechar más los corredores que han entrado en circulación, pues, de 305 que han estado en posición anotadora, 220 han quedado a la espera de ser impulsados.
Ofensivamente varios hombres superan la cota de los 300 de promedio, liderados por el refuerzo pinareño Juan Carlos Arencibia, quien ha cumplido con creces su anuncio de jugarle a plenitud al equipo espirituano. Arencibia ronda los 400 de promedio y lidera tanto las anotadas (23) como los hits (28), además de las bases robadas (6), lo ideal para un primer bate que casi siempre que logra entrar en base convierte su presencia en carreras para su elenco.
Buenos rendimientos han exhibido los emblemáticos Frederich Cepeda y Yunier Mendoza. El primero compila para 351 y figura entre los primeros en impulsadas con 17, la misma cantidad que Mendoza, quien ronda los 400 de promedio.
Rodolexis Moreno sigue mostrándose como un bateador consistente y cumple muy bien su rol como segundo madero; además de que le aporta velocidad a ese tramo de la batería, es capaz de batear 361, con 15 anotadas. Otro que ha lucido muy bien es Juan Miguel Martínez, con 321 de average, nueve anotadas e igual cantidad de impulsadas.
Pese a no mostrar un buen promedio de bateo (246), Lázaro Fernández ha sido de mucha utilidad con sus 11 anotadas y la misma cantidad de remolcadas para el plato.
De esta batería, saldrá casi para lo que queda de temporada el refuerzo Yaser Julio González, a quien le inmovilizaron por tres semanas uno de sus dedos, aunque a decir verdad el pinareño apenas comenzaba en los últimos partidos a dar vestigios del bateo que de él esperaba el equipo cuando lo pidió de refuerzo, pues con sus 230 de promedio compilaba 12 empujadas.
Habrá que ver cuánto pueden contribuir dos hombres que recién se incorporan en calidad de refuerzos, el también pinareño Lázaro Emilio Blanco y el mayabequense Yasniel González, este último pedido desde un inicio, pero que se sumó esta propia semana.
Y el dolor de cabeza que tuvo el elenco espirituano en la pasada campaña —incluido el play off—, la defensa, parece haberse aliviado sobre todo en torno a la segunda y el siol. Con menos errores que partidos, hoy lideran la justa en ese departamento con 979.
Desde el punto de vista defensivo, uno de los mejores desempeños los muestra en segunda base Juan Miguel Martínez, quien ha cometido solo dos errores y fildea para un excelente 975, en tanto Arencibia, titular del campo corto, ha pifiado cuatro veces y lo hace para 949.
Los espirituanos han jugado de manera estable en la primera mitad, la que terminan con balance favorable entre ganados y perdidos, una actuación que, según declaró a Escambray el mánager Lázaro Martínez, obedece a la combatividad del equipo, la unidad y el deseo de hacer las cosas bien. “Todos somos uno, incluidos los refuerzos, nuestro objetivo sigue siendo estar entre los cuatro”, añadió.
En el inicio de la segunda mitad este sábado, los Gallos vuelven a su cuartel general del José Antonio Huelga y tendrán como rivales a Las Tunas, único elenco al que les resta enfrentar.
Para concretar la pretensión del conjunto el camino no es expedito y tendrán que mantener la misma estabilidad exhibida hasta ahora, pues los seis tienen opciones, y dos quedarán fuera de la lucha por las medallas cuando cierre el juego 40 de la clasificatoria.
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Escambray / ISSN 9664-1277
Nada Duardo y Mauri para su casa, de vacaciones, mas nunca lanzarán, como todos los juegos ya inician perdidos desde el primer inning, pues ellos nunca saldrán. Propongo abra Mauri y lo releve Duardo, y así aunque sea ganarán un juego semanal.