Ante el déficit de combustible y las dificultades que enfrenta el país para asegurar el servicio eléctrico, la Industria Láctea espirituana implementó medidas de riguroso cumplimiento, las cuales contribuirán a intensificar el ahorro, sin dejar de cumplir con su cometido de acopiar leche, elaborar y distribuir alimentos destinados a la canasta familiar y otros programas.
En declaraciones a Escambray José Andrés Vázquez Hernández, especialista principal del Grupo de Energía en la Empresa de Productos Lácteos Río Zaza de Sancti Spíritus, dijo que desde hace algunas semanas se unificó la Base de Transporte radicada en el barrio de Colón, en la ciudad cabecera, con la Unidad Empresarial de Base Pasteurizadora, con vistas a disminuir el consumo de combustible.
“Con esta medida —explicó— ahorramos más de 120 litros de diésel diariamente, al dejarse de recorrer 16 kilómetros por cada equipo, en viaje de ida y regreso desde la industria hasta la Base de Transporte”.
Asimismo, explicó que se reordenó la entrega de los alimentos del programa de la Merienda Escolar, los cuales ahora se transportan en los carros destinados al acopio de leche y de otros productos, equipos que transitan por las mismas rutas; de esa forma se entrega también la leche para los niños de cero a un año de edad, acción que reporta un ahorro diario superior a los 100 litros de diésel, pues, de unos 50 carros vinculados a la empresa, hoy emplean alrededor del 50 por ciento para estas labores.
Según José Andrés Vázquez, a partir de este miércoles pusieron en práctica otra medida de rigor: “Se trata de paralizar casi toda la industria entre las nueve de la mañana y las cuatro de la tarde, pausa que incluye el apagado de difusores, compresores de amoniaco y equipos en todas las áreas que lo permitan, atendiendo a que la planta de proceso es la mayor consumidora de energía”.
Otra medida tomada como parte del programa emergente de ahorro de energía fue la de cambiar la carga de producción hacia los horarios nocturnos, después del pico eléctrico y, una vez finalizada, iniciar las elaboraciones, siempre antes de las nueve de la mañana.
En cuanto a las garantías de un grupo de producciones destinadas a la canasta familiar, el especialista argumentó: “Bajo ningún concepto se afectará la entrega de leche a los niños, embarazadas y dietas médicas, pues tenemos que acomodar las cargas para contribuir con el ahorro de energía, pero sin perjudicar los surtidos básicos de la población. Es por eso que antes de poner en práctica estas medidas fue preciso llamar a las bases productivas para alertarlas de la situación, porque son las responsables de depositar en termos refrigerados la leche fluida que se envía a la industria y eso incluye el adelanto de los horarios de recogida del alimento”.
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