Salió hacia las fincas El Rosario y La Esperanza más temprano que de costumbre. Llegó, ordeñó sus vacas; atendió a sus carneros y no se detuvo en otras labores rutinarias, porque tenía que regresar lo antes posible al pueblo para votar por los candidatos a diputados al Parlamento.
Y es que José Ramón García Hernández siente un orgullo tan grande por su comunidad, su municipio, su país, que demorarse para ejercer el sufragio no estaba entre los pronósticos de este domingo. Por eso, ni siquiera se cambió de ropa. Sin quitarse la humedad de la madrugada, entró a su colegio electoral y, de inmediato, ya estaba con la boleta lista para depositarla en la urna.
“¿Por qué voto?, imagínate… Todos los municipios del país cuentan con personas de prestigio para ocupar este lugar en la Asamblea Nacional, y nosotros no nos quedamos atrás. Estoy seguro de que ellos trasladarán nuestras inquietudes, porque son parte del pueblo, y eso lo han demostrado en los recorridos por las comunidades del territorio”, apuntó el campesino, quien se dedica a la entrega de leche y a la producción de carne de ganado menor.
Y es que José sabe que el país necesita de hombres y mujeres que hagan producir la tierra. Tanto es así que todos los años cumple sus encargos productivos, los cuales, este 2023, se concentran en la entrega de más de 12 000 litros de leche y cerca de 335 kilogramos de carne.
“Mi función es trabajar el campo, y el hecho de saber que tengo personas que escucharán mis reclamos y ayudarán a resolverlos, dentro de lo posible, me llena de satisfacción. No tengo dudas de que estas personas van a priorizar las aspiraciones del pueblo”, refiere García Hernández con una voluntad de aportar al país.
Por ello, este proceso eleccionario que vive hoy la nación, no es una mera formalidad para este campesino. Votar por los diputados al Parlamento va más allá de hacer una cruz en un papel. En este rasgo se encierra el poder de un pueblo que se levanta todos los días en pos de un país mejor.
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