Cuando Neriberto Pérez Valdés acudió a consulta, el consumo excesivo de azúcar y carbohidratos cargaban todas las culpas de su sobrepeso y del diagnóstico médico que le trajo el susto a la garganta: hígado graso no alcohólico (HGNA), enfermedad considerada la pandemia silenciosa del siglo XXI y que, sin tratamiento, puede progresar hacia la cirrosis hepática y/o carcinoma hepático.
En abril del 2022, según palabras de Neriberto, “el alma le vino al cuerpo” cuando supo que formaría parte del grupo de pacientes del territorio a quienes se les aplicaría el KestoMix (suplemento dietético o alimento funcional), único en el mundo por su composición y proporción, patentado en 18 países líderes en la obtención de fructooligosacáridos.
Este resultado científico, ideado por un equipo multidisciplinario del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Sancti Spíritus, mejora la microbiota intestinal, y sus efectos pudieran convertirlo en una alternativa de elección en los pacientes con HGNA.
“Antes de empezar a tomar este prebiótico, yo estaba sobrepeso, tenía el hígado totalmente cubierto de grasa, me sentía lleno de gases y las comidas no me caían bien. Ahora, todos los parámetros se me han ido normalizando y ya casi estoy de alta”, dijo Neriberto, uno de los 24 espirituanos incluidos en un estudio clínico, dirigido a evaluar la eficacia de este producto cubano en pacientes con HGNA o hígado graso asociado a disfunción metabólica, nomenclatura aceptada recientemente.
EL KESTOMIX, VIDAS POR SALVAR
Para el doctor en Ciencias Enrique Rosendo Pérez Cruz, director del CIGB espirituano, el KestoMix —nombre comercial con el que se registró el Sirope FOS 55% por el Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (ICIDCA)—es fabricado en la Planta de Sorbitol bajo licencia de patente del CIGB.
Este es un sueño hecho realidad gracias al KestoZyme, una fructosiltransferasa de origen vegetal producida con alta pureza proteica y elevada actividad específica en el sobrenadante de la levadura Pichia pastoris. Esta enzima se elabora por el CIGB en forma de un polvo soluble altamente estable, de fácil empleo, y es una especie de “llave mágica” que permite la fabricación del suplemento dietético KestoMix.
“En nuestro centro —expuso— hay un saber hacer en la producción de enzimas para la obtención de los Fructooligosacáridos (FOS), y a sus especialistas les asiste la responsabilidad de articularlo con las entidades e instituciones ya citadas para que se produzca el KestoMix en mejores condiciones.
“La intención es introducir este suplemento dietético en el mercado nacional y comercializarlo a través de la red de farmacias sin necesidad de prescripción médica (receta), dado sus beneficios. Ese es el futuro, pero hoy pretendemos que esos grupos de riesgos, que son las personas con enfermedades gastrointestinales, puedan recibir las bondades del KestoMix”.
“En estos momentos —explicó— estamos demostrando que el producto cubano, con una composición diferente al obtenido en otros países, tiene efectos beneficiosos para combatir la enfermedad del hígado graso no alcohólico”.
Para confirmar esta certeza, en el 2019 el Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus, de conjunto con el CIGB espirituano, inició el estudio clínico titulado Uso del KestoMix en pacientes con enfermedad por hígado graso asociado al metabolismo.
De acuerdo con la especialista de segundo grado en Gastroenterología Miriam Belkis Nápoles Valdés, al frente de dicho estudio, en la consulta de ese servicio médico se registra, desde hace varios años, un aumento de esta enfermedad que guarda relación con la obesidad y el síndrome metabólico por tener como denominador común la resistencia a la insulina.
“Es conocido —aseveró— lo dañino que pueden resultar los carbohidratos y, específicamente, los alimentos dulces porque traen consigo una disbiosis intestinal que altera la microbiota funcional.
“Para esta afección no existe una terapéutica y se aconseja seguir algunas pautas con la dieta, el ejercicio físico y la nutrición. Científicos en diversos países trabajan en el empleo de prebióticos para mejorar la microbiota intestinal, entre estos Cuba, y es precisamente el KestoMix el producto en estudio clínico en nuestro hospital”.
Al decir de la especialista, el estudio tiene como objetivo ver la eficacia en las variables clínicas, dentro de estas las medidas antropométricas, la ecosonografía y la química sanguínea; dentro de esta última las aminotransferasas, el colesterol, los triacilglicéridos, la glucemia y el ácido úrico, indicadores que revelan la disminución o no del desajuste metabólico inicial del paciente.
Como parte del estudio clínico también se realiza un seguimiento ecosonográfico —aseguró el doctor Miguel Ángel Amaró Garrido, especialista de segundo grado en Imagenología—; importante para el diagnóstico, manejo y seguimiento de esta entidad.
“Se miden, además, varios parámetros ecográficos, no solo tamaño y ecogenicidad; sino también los contornos de la cápsula, la vascularización, si hay presencia de lesiones o no. Esta es una enfermedad con un curso silente, insidioso, y que generalmente los pacientes la relacionan con síntomas digestivos, y no con que presentan un hígado graso asociado al metabolismo.
“Es una afección todavía subvalorada; sin embargo, su agravamiento puede llegar a ocasionar cirrosis hepática”, advirtió Amaró Garrido.
A más de un año y medio de administrárseles el FOS a pacientes que reunieron los requisitos de inclusión en el estudio clínico, los resultados son esperanzadores, según la doctora Nápoles Valdés.
“En el grupo que ha consumido el suplemento son evidentes los cambios positivos en la química sanguínea; es decir, en el control de las aminotransferasas, el colesterol, los triacilglicéridos, la glucemia y el ácido úrico. La evolución ha sido visible, también, en el monitoreo por ecosonografía abdominal. De una esteatosis hepática severa, el enfermo ha evolucionado a una leve, o ha llegado a la ecogenicidad conservada.
“Algo muy favorable es que muchas de estas personas han recuperado las medidas antropométricas deseadas en cuanto al índice de cintura abdominal y de cadera. En el caso de los hombres, por encima de 102 centímetros es un factor de riesgo para esa enfermedad, y en las mujeres, por encima de 88 es un valor, también preocupante”, ratificó la especialista.
El KestoMix al 55 por ciento —agregó— se administra a razón de 15 mililitros diarios, y el paciente tiene la libertad de fraccionarlo tres veces al día o emplear en alimentos como el café, el yogur o los jugos naturales.
HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO, PANDEMIA SILENCIOSA
Convertido en la causa más frecuente de enfermedad hepática en el mundo, el HGNA se considera la pandemia silente del siglo XXI pues su incidencia va en ascenso, y en la mayoría de los casos no produce síntomas hasta estadios muy avanzados.
Descrito por la literatura médica, el HGNA es un síndrome caracterizado por la presencia de depósitos de grasa en el hígado en pacientes sin consumo significativo de alcohol. Su evolución puede conducir a la esteatohepatitis no alcohólica, responsable, en muchos casos, de muertes cardiovasculares, oncológicas y hepatológicas.
En Sancti Spíritus, investigaciones demuestran que en los últimos años ha existido un aumento elevado de la prevalencia y la incidencia de esta enfermedad (la padece más del 50 por ciento de la población espirituana) y es creciente esta tendencia en edades pediátricas.
A juicio de expertos de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado, la dieta deficiente con abundancia de azúcares y ultraprocesados, el consumo de alcohol, la obesidad y el sedentarismo están directamente relacionados con lo que se considera una pandemia de hígado graso.
Ante tales señales de alarma, la comunidad científica internacional ha llamado a tensar aún más las cuerdas de la prevención en cuanto a la necesidad de asumir hábitos alimentarios adecuados. Que en este camino se encuentre el producto cubano KestoMix, con beneficios corroborados en el tratamiento de varias enfermedades gastrointestinales, constituye, sin dudas, un hallazgo milagroso.
Sí, lo sabe la paciente Duida Esther Domínguez Mursulí, quien vive sus 53 años con mejor calidad de vida.
“El tratamiento ha sido maravilloso. El producto se lo echo al café y no utilizo azúcar para nada. He aprendido a tener cultura alimentaria porque en este proyecto también enseña a prevenir.
“Trimestralmente nos realizan diferentes análisis de laboratorio y ultrasonidos, y los resultados son muy diferentes, para bien; incluso, la distensión que yo tenía en el abdomen ha mejorado el ciento por ciento”.
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