La palabra kurhotel proviene de la conjunción de curación y servicios hoteleros. Tiene como antecedente el término kurontología, utilizado en Alemania para definir el estudio del tratamiento con medios terapéuticos y la curoterapia.
Todo parece indicar que la construcción de esta obra era un viejo anhelo de los trinitarios. Agosto de 1936 fue la fecha que marcó el comienzo de esta majestuosa edificación de la ingeniería cubana.
Sin embargo, como relata la especialista en Relaciones Públicas del Kurhotel Escambray, Dayamis Ruiz Díaz, la obra sufrió un stand by cuando, entre 1936 y 1940, se construyó el camino de acceso desde Trinidad y del 40 al 52 producto del desfalco de materiales de los gobiernos de Grau San Martín y Prío Socarrás.
En el mes de abril de 1952, después del golpe de Estado, el nuevo jefe de gobierno dispuso su continuación y el 9 de mayo de 1954 el propio señor que, de manera petulante, le otorgaba su nombre, inauguró el sanatorio antituberculoso Fulgencio Batista Zaldívar.
Entonces los doctores Juan B. Roque de Castillo y Juan R. Mencía Arrondo fueron nombrados presidente y director del centro.
El diseño
El kurhtotel se erigió arquitectónicamente con la forma de un avión o avioneta que se puede apreciar desde una vista cenital. Más allá de los materiales constructivos existen varios apuntes curiosos que dan idea de sus proporciones.
La estructura, como exhiben documentos de la institución, tiene 183 metros de frente, 63 de fondo y 36 metros de alto condensados en once pisos. Requirió seis millones de ladrillos cantera de roca volcánica, 2 860 toneladas de vigas, 4 760 toneladas de cemento, 542 toneladas de cabillas, 23 600 metros cúbicos de piedra y 40 mil metros cúbicos de arena.
Se manejaron más de 800 mil lozas y azulejos blancos en todo el edificio. La iluminación empleó dos mil lámparas, muchas de ellas de un diseño especial que iluminaban al sanatorio tanto en su interior como en su exterior.
La red telefónica y su pizarra de control mantenían una comunicación eficiente con todas las dependencias, una cabina reproducía música grabada, cien relojes colocados en lugares adecuados y controlados por un reloj patrón mantenían la hora exacta y diez elevadores para pasajeros, camillas y cargas comunicaban con rapidez los diferentes pisos del lugar.
“Esta obra mussolinesca con estilo art decó que nos acoge hoy, a la cual también se le llamó El escorial de Topes de Batista, podría ser considerada una de las grades maravillas de nuestra ingeniería civil. Ha llegado a ser la obra del gobierno cubano más discutida de todos los tiempos”, explica Ruiz Díaz.
Su misión
Para ingresar a este alto centro de medicina, los pacientes (mayores de catorce años) solicitaban el acceso a través de una plantilla que debía contener los datos generales del paciente y algunos síntomas de importancia. Esta solicitud debía estar acompañada por una radiografía de pulmón que no tuviera más de 30 días de antigüedad.
El 29 de diciembre de 1959, Topes de Collantes cayó en manos del Ejército Rebelde y el 31 de diciembre de 1961, luego de dos años de acciones para la erradicación de las enfermedades infecto contagiosas, entre ellas la tuberculosis, se transforma en la Escuela Formadora de Maestros Primarios, inaugurada el 6 de enero de 1962.
En 1974 cesa todas sus funciones y el Instituto de Turismo, al considerar las grandes riquezas naturales de la zona, su interesante historia, el clima, la indudable atracción geográfica y su vinculación a la villa de Trinidad, emprende el desarrollo de un complejo turístico de montaña.
“Reuniendo la experiencia en el tratamiento sanatorial de países del antiguo campo socialista, de centros parecidos del resto del mundo y en los campos de la rehabilitación y el manejo de las enfermedades crónicas, un grupo de especialistas materializó la idea que perfeccionara la atención médica que brinda el sistema de salud nacional al personal del MINFAR”.
Por ello, en 1983 pasó al MINFAR, ministerio que remodeló la instalación y la dejó inaugurada como Centro de Descanso Escambray el 19 de julio de 1988. Desde entonces el centro se subordina al Grupo Gaviota S. A.
Sin embargo, no es hasta el 26 de julio del 2001 que se reconoce al centro como Unidad Empresarial de Base Kurhotel Escambray, subordinada directamente a la Dirección del Complejo de Turismo Topes de Collantes, y metodológicamente se subordina a la Dirección de los Servicios Médicos de las FAR.
En el año 1995 se pone en funcionamiento el Complejo de Cultura Física Terapéutica, aledaño al Kurhotel y destinado a realizar toda la actividad físico terapéutica, recreativa y de descanso teniendo en cuenta su diseño y servicios: piscina térmica, sauna, baño de vapor, gimnasios, salas de masajes, infusionario, salas de descanso y un solario.
En el 1999, después de once años de explotación ininterrumpida, se comienza una remodelación capital del centro que incluyó cocina, cubiertas, patinejos, carpeta, baños del área habitacional con sustitución de todo el sistema hidrosanitario, complejo de cultura física terapéutica, balneología y la sustitución de todo el equipamiento médico y gastronómico por tecnología de punta.
El Kurhotel Escambray cuenta con 192 habitaciones sencillas dobles, 16 suites y 2 apartamentos especiales para una dotación de 418 camas de hospitalización para los pacientes que ingresan perfilados por uno de los diez programas médicos de rehabilitación implementados en el centro. Cuenta con un total de 285 cargos distribuidos por las diferentes categorías de personal que en este espacio laboran.
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