Todavía la Apicultura en Sancti Spíritus tiene rastros del aguijón que le clavó la sequía a las floraciones de los ecosistemas, comportamiento que ha provocado atraso en la extracción de miel, uno de los principales rubros exportables del país y en el cual el territorio se ubica como la tercera provincia que más aporta, después de Matanzas y Villa Clara.
Amaury Santander Hernández, director de la Unidad Empresarial de Base Apícola Sancti Spíritus, reconoció a Escambray el desfavorable comportamiento de la producción en los primeros meses del 2023, como resultado del impacto más notable causado por la sequía en los últimos cinco años a la actividad.
No obstante, Santander Hernández significó que, asociada a la presencia de las lluvias, desde el pasado mes de abril se aprecia una recuperación en los niveles productivos y se vislumbran mejores señales para transformar la deuda en la entrega de miel.
De forma particular —aseguró— mayo cerró con una producción de 64 toneladas de miel, cifra que permitió descontar 8 toneladas al atraso, de manera que de las 221, 7 toneladas planificadas hasta la fecha, se han acopiado 201.3, lo que representa el 91 por ciento del plan en los primeros cinco meses del año.
Precisó el directivo que la merma en la producción de miel también estuvo dada por los incendios en áreas rurales, sobre todo, de enero a abril.
Si bien el período lluvioso —no las intensas lluvias, ni los huracanes— se vuelve aliado de la Apicultura y a final del año se concentra la etapa óptima de la zafra mielera, en la recuperación de la actividad determina también el proceso de trashumancia, que consiste en desplazar entre mayo y agosto parte de las colmenas hacia las costas y otras zonas con floraciones.
Pero, por segundo año consecutivo, la estrategia que busca sortear la falta de floraciones estables en los tradicionales emplazamientos de los apiarios se queda corta, pues ante las limitaciones con el combustible, de 5 600 colmenas previstas a desplazar, solo se movieron 3 200, situación que puede repercutir en las cerca de 180 toneladas de miel que se les estiman a las floraciones del mangle en las cotas, señaló la propia fuente.
Santander Hernández explicó que, si bien Yaguajay comienza a dar señales de recuperación en los ecosistemas costeros afectados por el huracán Irma en 2017, aún tiene un déficit —comparado con lo que producía entonces— de alrededor de 100 toneladas, de ahí la estrategia de desarrollar la actividad en las zonas centro y sur de ese territorio.
“Si llegamos al último cuatrimestre con un déficit en la producción que sea recuperable, las estadísticas nos dicen que podemos cumplir con las 803 toneladas pronosticadas en el plan anual porque en ese periodo se concentra casi el 53 por ciento de la recolección de miel”, señaló el director.
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