La silla, de Wilfredo Lam con el derroche de cubanía por cada uno de los trazos y el lejano recuerdo de 1975 cuando tropezó de frente con un trono hecho en tres dimensiones en el tronco de un árbol en el medio de un pueblo angolano, deshabitado como secuela de la guerra, espabilaron las últimas musas de Noel Cabrera Pérez.
Nacieron así las 13 piezas de El poder del trono, su exposición personal que cuelga de las paredes de la Galería de Arte Oscar Fernández Morera, de Sancti Spíritus.
“Cada obra muestra un personaje de la mitología quien interpela al ser humano ante la sociedad y naturaleza. Paradójicamente, hay un gran desarrollo tecnológico, pero los seres humanos estamos en peligro de extinción”.
¿Somos conscientes de qué nos circunda? Puede ser esa la pregunta que surja en el primer encuentro con las creaciones de posturas alineadas con la realidad y la reacción de quienes viven de espaldas a la misma.
“Todos fueron creados en acrílico sobre tela: puntillismo, veladura y estarcido”.
Matices diversos regalan cada uno de los cuadros que se exhiben durante un mes en la principal galería espirituana.
“Hace ya algunos años en un salón de la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba presenté un trono, elemento al que vuelvo una y otra vez”.
Para sorpresa de quienes siguen la carrera de Noel Cabrera, en esta ocasión su exposición llega como primicia fuera de Cabaiguán, debido a limitaciones de montaje. No obstante, aspira a presentarla muy pronto en la tierra que lo cobija.
Noel Cabrera Pérez, graduado en la Academia de San Alejandro en 1978, laboró como profesor en la Casa de la Cultura de ese municipio y actualmente funge como artista independiente y es miembro de la Uneac.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.