La escuela de Casimiro: brotar agua en pura roca (+fotos)

Lo cuenta de la manera más natural del mundo, como si no se hubiese convertido en ejemplo de lo que puede hacerse con pocos recursos para dominar la tierra.

El espirituano José A. Casimiro se muda por unos instantes del surco para las redes sociales con el noble propósito de compartir sus experiencias y, de paso, invitar a multiplicarlas:

Ya cumple 18 años la obra insignia del abastecimiento de agua en las sequías intensas, el pozo de brocal, fueron cuatro meses en función de terminarlo antes de la época de lluvias, pura roca.

El total de agua con que se contaba en la finca, es decir para la cocina, limpiar la casa, todo, era ese pequeño tanque de 70 litros de agua, estaba dentro de la casa. Un hombre (canario) hubo siempre para irle sacando al pozo del patio el poquito de agua que iba dando; una vez se quemó la casa y todos los bienes por un pequeño incendio en un fogón de queroseno que se enfrió y no se pudo apagar por falta de agua, era el problema más grave de la finca, el agua, fue nuestro reto número 1.

Hoy tenemos como reserva en la parte más alta de la finca 140 000 litros de agua, 2 000 veces la que se tenía anteriormente y, esta vez, halada por el viento, el Ariete o el Sol.

Hay mil motivos para quejarse, lamentarse, hasta para aburrirse, pero también hay muchas cosas que dependen de estar haciendo lo que más nos gusta; aspirar a lo que depende de nosotros, de nuestras capacidades, hasta de nuestros hábitos de diversión.

Somos, por las circunstancias que tuvimos que vencer, especialistas de todas las cosas de la finca. Podemos decir que nuestra escuela de vida familiar en el campo nos graduó, ahora vamos a compartirla. Saludos a nuestros inspiradores con corazón guajiro.

(Tomado del perfil en Facebook de José A Casimiro. La Finca Del Medio)