Aunque los médicos y otros especialistas de la salud espirituanos se incorporaron 11 años después al proyecto solidario internacionalista, ideado por el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, pese a su disposición expresa desde el principio, el destacamento del ejército de batas blancas de esta central provincia cubana ha contribuido decisivamente a la huella imborrable que ha dejado por buena parte del mundo el programa de colaboración médica de este pequeño archipiélago del Caribe, en más de 160 naciones, cuando se cumplen este 23 de mayo seis décadas de aquel inicio.
Es, sin lugar a dudas, la más bella y humana expresión de la solidaridad humana, del internacionalismo proletario, de amor al prójimo y altruismo, al decir de la doctora Idania Pérez Lugo, jefa del Departamento de Colaboración Médica en la Dirección Provincial de Salud de Sancti Spíritus, quien cumplió misión primero en Venezuela y después en Bolivia, donde salvó vidas, contribuyó a inculcar hábitos saludables de vida en los habitantes de ambas naciones hermanas de Latinoamérica y aprendió mucho durante la convivencia con los habitantes de esos pueblos.
“El 23 de mayo de 1963 se inició la colaboración médica cubana en el exterior, con el envío de 50 galenos a Argelia”, dice y acto seguido precisa: “Pero el primer médico espirituano que es llamado a cumplir misión internacionalista formó parte de una brigada que estuvo durante una corta estancia en Honduras en el año 1974. Luego, en 1976, fueron dos los especialistas de esta provincia que se unieron al grupo que fue enviado a Angola y Sao Tomé y Príncipe.
Desde entonces los parajes más intrincados de las selvas latinoamericanas y africanas han conocido la profesionalidad y el humanismo de los médicos espirituanos y cubanos, y a la vez los especialistas de la salud formados por la Revolución han interactuado con las disímiles culturas ancestrales de distintos continentes, en una obra humana sin parangón en la historia universal.
Disímiles son las anécdotas contadas por sus protagonistas al regreso de las misiones de las decenas de brigadas médicas: desde la doctora que salvó la vida de un nativo en las selvas africanas, con la rápida y profesional atención a la mordedura de una serpiente venenosa; el indio latinoamericano que sufrió un accidente de trabajo durante las peligrosas faenas transportando los frutos de la tierra por caminos casi intransitables, hacia el pueblo más cercano, a lomo de su arria de mulos; los doctores espirituanos que se enfrentaron al mortal virus del ébola en Guinea Conakry y Sierra Leona, arrebatándoles las vidas de aquellos seres humanos con estertores, a las garras de una muerte segura, hasta la presencia inmediata de los integrantes del Contingente Internacionalista Henry Reeve, en Pakistán y otras naciones afectadas por desastrosos terremotos, cuando la tierra aún continuaba temblando.
Según la doctora Pérez Lugo, en los 49 años de participación de la provincia de Sancti Spíritus en el programa de las misiones médicas internacionalistas, más de 4 000 doctoras y doctores han cumplido el deber solidario en unas 40 naciones, en las que han intervenido más de 3 000 licenciados, estomatólogos y trabajadores de otros perfiles profesionales, así como cooperantes de la esfera de los servicios. Todos los perfiles de las especialidades básicas de la salud han estado presentes, y todos los municipios y unidades provinciales han tenido representación en la colaboración médica en el exterior, acotó la doctora Idania Pérez Lugo.
Al cierre del pasado mes de abril, 734 galenos, técnicos y otros especialistas de la salud espirituanos cumplían misiones en 38 países, en tanto más de medio millón de ellos han salvado cientos de vidas en 164 naciones en estas seis décadas de colaboración. Constituye también un hito la Escuela Latinoamericana de Medicina nacida al calor de estas misiones, universidad cubana que ha graduado de forma gratuita a más de 30 000 estudiantes de todos los continentes, incluso decenas provenientes de Estados Unidos.
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