Es muy probable que usted jamás haya escuchado hablar acerca de los fructooligosacáridos (FOS), fibras solubles de alta demanda como ingredientes prebióticos en el mercado de los alimentos funcionales. En otras palabras, se trata de un sirope producido a partir del azúcar mediante un proceso biotecnológico previo que, tras su purificación y concentración, ofrece múltiples beneficios para la salud humana.
De acuerdo con Enrique Rosendo Pérez Cruz, director del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Sancti Spíritus (CIGBSS), los FOS mantienen las principales propiedades químicas y organolépticas del azúcar; pero, a diferencia de esta, no son cariogénicos y no se digieren por las enzimas presentes en la parte superior del tracto gastrointestinal del hombre y otros animales monogástricos, de ahí su carácter hipocalórico.
Al llegar al intestino grueso, explica, son utilizados como fuente de carbono de manera selectiva, lo que contribuye a disminuir las poblaciones de las bacterias patógenas. En la actualidad se comercializan mezclas de FOS que contienen una glucosa terminal y de 2 a 4 unidades de fructosa, obtenidas por la reacción de fructosilación de enzimas de hongos.
En abril de 2019, Escambray informaba que “un equipo multidisciplinario de científicos, liderados por este ingeniero espirituano, logró obtener un resultado con propiedad intelectual y aplicación práctica en la industria, ya patentado en Estados Unidos, Australia, Eurasia y Sudáfrica, entre otras naciones; y en trámite también para semejante reconocimiento en otras naciones del mundo desarrollado y en países de la región”.
Se trata de un sueño hecho realidad gracias al KestoZyme, una fructosiltransferasa de origen vegetal producida con alta pureza proteica y elevada actividad específica en el sobrenadante de la levadura Pichia pastoris.
Esta enzima se produce por el CIGB en forma de un polvo soluble altamente estable, de fácil empleo y es una especie de “llave mágica” que permite la fabricación del suplemento dietético KestoMix, nombre comercial con el que se registró el Sirope FOS 55 por ciento por el Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar.
Según Rosendo Pérez Cruz, la intención es cerrar el ciclo y para ello lo primero es el establecimiento de una producción nacional a través de acciones coordinadas con el Grupo Azucarero Azcuba y BioCubaFarma.
Y es que en el CIGBSS se respira un saber hacer en la producción de enzimas para la obtención de los Fructooligosacáridos, y a sus especialistas les asiste la responsabilidad de articularlo con la industria azucarera para que se produzca el KestoMix en unas mejores condiciones en cuanto a costo-beneficio y en un área que puede ser un central azucarero, pero que actualmente es la Planta de Sorbitol, ubicada en Camagüey, la cual posee las condiciones tecnológicas requeridas.
¿Cuáles con los próximos pasos?
Introducir este suplemento dietético en el mercado nacional. La intención es que se comercialice a través de la red de farmacias sin necesidad de prescripción médica (receta), dado sus beneficios. Ese es el futuro, pero hoy pretendemos que esos grupos de riesgos, que son las personas con enfermedades gastrointestinales puedan recibir las bondades del KestoMix.
Ya el estudio realizado en Sancti Spíritus supera el año y los resultados a los cuatro meses fueron muy alentadores porque estamos demostrando que el producto cubano, con una composición diferente al obtenido en otros países, tiene efectos beneficiosos para combatir la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
¿A qué otras conclusiones han arribado tras estos estudios?
Lo primero es dejar claro que hablamos de resultados parciales, pero se demuestra, en un corto período de tiempo, un beneficio de la aplicación de FOS en pacientes con esta enfermedad, por lo que podemos esperar resultados más atractivos luego del año o a los 18 meses, cuando se prevé concluya oficialmente el proyecto.
Este estudio nos abre las puertas para incidir en otras enfermedades gastrointestinales porque demostramos (mediante estudios complementarios) que hay una modificación de la microbiota intestinal, al lograr que la mayor proporción de microorganismos presentes en nuestros intestinos sean de bacterias beneficiosas.
Cuando hay un correcto balance de la microbiota intestinal mejora el sistema inmunológico y mejora la calidad de vida. No te hablo solo de los pacientes, sino de las personas en general que puedan consumir este producto.
Conozco casos que padecen de diverticulitis y prácticamente tienen que evacuar antes de salir de la casa y me han pedido consumir FOS. Luego me han dicho que les salvé la vida. Esto es anecdótico, pero en el estudio realizado buscamos la evidencia científica y sí existen resultados concretos para ciertas afecciones, los cuales, por supuesto, encontramos.
¿Qué tan esperanzado se muestra usted tras los resultados parciales obtenidos en este estudio?
El estudio realizado en Sancti Spíritus confirma los criterios de éxito que teníamos. El KestoMix es único en el mundo por su composición y proporción y eso nos da una solidez a la hora de su comercialización. También por la tecnología empleada para producirlo, tecnología que tiene patente en 18 países, algunos líderes en la producción de fructooligosacáridos.
¿Qué falta para que el KestoMix llegue a las farmacias cubanas en el menor tiempo posible?
El producto deberá llegar a las farmacias como suplemento dietético y ojalá llegue a todos los mercados; para ello está en curso una inversión en la Planta de Sorbitol con el objetivo de cerrar el ciclo de su producción tal y como te decía a inicio de la entrevista.
Allí se hizo ya un aprueba industrial que demostró que dicha Planta puede asimilar la tecnología con modificaciones.
¿Pudiera en un futuro el KestoMix sustituir el azúcar en la dieta de los cubanos?
Decir eso sería muy arriesgado, pero puede modificar las costumbres nutricionales de las personas. Hay que tener en cuenta, además, que su costo de producción es mayor que el del azúcar, no obstante, es ya un producto beneficioso que puede indicársele a pacientes con enfermedades gastrointestinales y disminuir así las cargas de otros medicamentos.
Nosotros quisiéramos obtener con estos fructooligosacáridos una especie de azúcar que fuera segura para los diabéticos, aunque con este proyecto demostramos también que es seguro para ellos consumirla en la dosis exacta; sin embargo, tampoco es una dosis con la cual se pueda edulcorar todos los alimentos. Estamos hablando de entre una y tres dosis de 5 mililitros al día.
La intención es que se formulen alimentos funcionales como el yogur simbiótico y que el producto vaya a fórmulas infantiles, que se creen pasteles y que podamos estudiar otras enfermedades como la celiaquía, la inflamación del intestino, la diverticulitis, entre otras.
Desde el punto de vista comercial aspiramos a que, una vez establecida la producción nacional, el KestoMix se venda por la vía de los alimentos funcionales, pero que también una parte se destine al suplemento dietético en farmacias y mercados.
Que buenoooo, pero que llegue a nuestas farmacias y con un precio que todos aquellos que padezcan de hígado graso no alcohólico puedan comprar
Como puedo participar de este ensayo