Cuba recuerda este 29 de mayo el aniversario 112 del natalicio del líder obrero Lázaro Peña, infatigable defensor de las reivindicaciones económica y sociales del proletariado de su país natal y del mundo.
Peña (1911-1974) nació en La Habana en el seno de una familia muy humilde que apenas consiguió sostenerle la educación pública por dos años, hasta que la muerte del padre le obligó, desde niño, a trabajar en diversos oficios para garantizar el sustento familiar.
La inmersión en los colectivos fabriles capitalinos puso al futuro dirigente sindical rápidamente en contacto con las protestas obreras contra los bajos salarios y el maltrato.
Tanto fue así, que a finales de 1929 se incorporó a las filas del clandestino Partido Comunista, participando activamente en la organización de los trabajadores para luchar contra la dictadura de Gerardo Machado (1925-1933).
El joven activista sindical inició su afiliación pintando lemas antimperialistas y antimachadistas y distribuyendo manifiestos y proclamas.
Por la intensa labor revolucionaria desarrollada por él lo eligieron secretario general del Comité Seccional de Luyanó,una demarcación en La habana.
En lo adelante participó en la segunda Conferencia Nacional Azucarera y recorrió las regiones cañeras del país para organizar a los trabajadores y establecer vínculos estrechos con la población.
En el segundo Congreso del Partido Comunista, en 1934, es elegido miembro del Comité Central, promovido luego al cargo de secretario general del Sindicato de Tabaqueros y designado, posteriormente, miembro del comité ejecutivo de la Confederación Nacional Obrera de Cuba, que en 1935 pasó a dirigir.
En 1939 Peña se convirtió en el secretario general de la Confederación de Trabajadores de Cuba en reconocimiento a su labor aglutinadora en la reconstrucción del movimiento sindical y el crecimiento de la membresía del proletariado cubano.
El aporte de este notable líder sindical rebasó las fronteras de la isla, al fundar la Confederación de Trabajadores de América Latina, con sede en México, y en 1945, al constituirse la Federación Sindical Mundial, estuvo entre sus fundadores, ocupó la responsabilidad de secretario y, posteriormente, vicepresidente de su comité ejecutivo.
Luego del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959 se restableció la unidad sindical y la Central de Trabajadores de Cuba se sumó a las tareas de la construcción de la nueva sociedad y en ese contexto fue elegido su secretario general.
Enfermo de una grave dolencia murió el 11 de mayo de 1974, pero dejó impregnado su ejemplo en el movimiento sindical revolucionario cubano y mundial como guía del proletariado en la construcción de la sociedad socialista en su nación.
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