El candidato vacunal cubano antineumococo, Quimi-Vio, está listo para obtener su registro sanitario ante la Autoridad Nacional Reguladora, lo que fue calificado este martes como la antesala de otro resultado científico de alto impacto.
Así se expresó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en la habitual reunión de expertos y científicos donde se realizó una actualización del Proyecto de vacuna contra los Neumococos, que se desarrolla desde hace más de 15 años por varias instituciones del Ministerio de Salud Pública y la Industria Biofarmacéutica.
Para llegar a este momento se realizaron ensayos clínicos para evaluar en el tiempo cómo la vacuna protege a niños sanos y otros con enfermedades de riesgo, para lo cual en una primera etapa se vacunaron 11 mil 600 niños y más recientemente, en apenas tres semanas, más de siete mil 500 menores con padecimientos crónicos de la central provincia de Cienfuegos.
Se trata de protegerlos de padecer enfermedades neumococcicas, con una vacuna generada por nuestras propias capacidades para introducirla, en algún momento, en el esquema nacional de vacunación, explicó la directora de Investigaciones y Desarrollo del Instituto Finlay de Vacunas, Dagmar García.
La experta recordó que La Habana, en octubre, se realizó un ensayo comunitario para inmunizar a niños entre dos y 18 años que padecen enfermedades crónicas (cardiopatía, diabetes, enfermedades oncológicas, inmunodeficiencias) los cuales son más delicados frente enfermedades causadas por el neumococo.
García significó el impacto que podría tener la futura vacuna en el sistema nacional de salud, algo ya comprobado en un ensayo clínico realizado en Cienfuegos entre 2018 y 2019, el cual después de un año de aplicado el inmunógeno se observó un 63 por ciento de reducción de las tasas de hospitalizaciones por enfermedad respiratoria.
También se logró un 73 por ciento de reducción de la enfermedad neumocócica invasiva, por los serotipos que están contenidos en el inmunógeno.
La especialista afirmó que es una vacuna muy compleja, la cual en los países que ya la aplican mejoran los indicadores de salud de la infancia, en términos de morbilidad de las enfermedades respiratorias, y de mortalidad infantil por infecciones respiratorias y por meningitis.
“Este capítulo de la ciencia cubana, destacó, es un ejemplo más de que el país ha sido capaz de responder con sus propias capacidades para enfrentar el desarrollo de las vacunas que necesitamos, como mismo hicimos contra la pandemia de la Covid-19”.
Al referirse al proyecto, la directora del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, Olga Lidia Jacobo aseguró que luego de revisar cada una de las fases de todos los ensayos clínicos, está listo para obtener su registro sanitario.
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