Faltan tres minutos para las cinco de la mañana y ya uno de los camiones que deben vender productos agrícolas en el recinto ferial Delio Luna Echemendía, de Sancti Spíritus hace su entrada.
Es domingo y, a pesar del “madrugón”, el vehículo viene atestado de gente, cuando lo indicado es que solo sean el chofer y el representante de la base productiva. Los integrantes de la “tripulación” se niegan a declarar la totalidad de la mercancía ante el funcionario que los espera. No hay prisa, pero alegan mil y una razones absurdas para incumplir con lo pactado. Entonces se les permite la desobediencia y la impunidad se convierte en hábito malsano.
A plena luz del día, feria tras feria, se repite la misma indisciplina y otras tantas que motivaron la realización, el 11 de junio, de un operativo por parte del Ministerio del Interior (Minint) de conjunto con la Agricultura, la Dirección de Supervisión Integral y el Gobierno local.
“La falta de control y de organización en la Feria son los principales elementos que hoy atentan contra la venta de productos”, expone tajante el mayor Edey Fernández Alonso, segundo jefe de la Unidad de Enfrentamiento Especializado a Delitos contra la Economía de la Dirección Técnica de Investigación (DTI) del Minint.
“El operativo se organizó a raíz de la opinión negativa de la población sobre ciertas indisciplinas que ocurren allí, donde llegan los productos y se agotan casi de inmediato debido a los acaparadores”, informa.
Según el oficial del DTI, hay especuladores que compran la mercancía en la Feria y la llevan para otros municipios y provincias con el objetivo de revenderla.
Pero también sucede que, quienes vienen dentro de los camiones adquieren los mismos productos que venían destinados para el pueblo al precio aprobado para tales efectos. Luego los revenden a importes mayores dentro del propio recinto ferial y las ganancias son jugosas.
“Prácticamente la mercancía, desde que viene en el camión, tiene nombre y apellidos, por lo que esta no se vendía a la población al precio estipulado.
“Muchos de estos camiones llegaban y quienes estaban al frente de ellos solo vendían una parte de la carga y, después, con lo que ocultaban, abastecían a varios puntos de venta de productos agrícolas que se encuentran por las calles. Incluso algunas de estas personas se justificaban y decían que habían estado en la Feria y que habían vendido una gran cantidad de productos al pueblo, cuando en realidad no era así”, alega el mayor del DTI.
Como parte del operativo se decidió que los camiones que entraron ese día al recinto no podían salir con productos o mercancías; todo tenía que ser vendido dentro del propio establecimiento.
De igual forma se determinó que solo dos personas podían entrar dentro de los camiones: el representante de la cooperativa y el chofer del vehículo. El resto de la “comitiva” debió permanecer afuera.
Ese propio día se detectó a un camión procedente de Trinidad que debía vender en la Feria, cuya tripulación había violado la establecido y vendía productos como malanga, plátano y frutabomba al doble del precio estipulado en la Plazoleta de Hanoi.
Previo a este operativo, los oficiales del DTI identificaron otro modus operandi por parte de algunos vendedores en la Feria, quienes, ante la mirada atónita o el reclamo del pueblo, se limitaban a informar que tal o más cual producto ya estaba vendido de antemano.
“Muchas veces las personas les decían que querían comprar de determinado saco y entonces les respondían que no, que esos sacos ya estaban vendidos. El objetivo era llevárselos luego en el camión y revenderlos.
“Desde hace algún tiempo los productos llegan a la Feria, pero no a la población, y no se trata solo de los agrícolas, porque lo mismo sucede con los lácteos o los cárnicos. En ese lugar falla la organización del aseguramiento y el control en la venta de cada producto”, asegura el oficial del Minint.
“Por ejemplo, un camión sale de su base productiva cargado con 100 sacos de malanga y debe vender la libra de este alimento a 40 pesos, pero al llegar el domingo a la Feria, los responsables del vehículo solo declaraban 20 sacos que sí eran vendidos a ese precio. Con el resto abastecían otros puntos —algunos ilegales—, fuera del recinto ferial, donde la malanga se vende a casi 100 pesos”, apunta.
De acuerdo con Fernández Alonso, se demostró que, antes de abrir oficialmente las puertas, ya se encuentran varias personas dentro de la Feria, algunos hasta escondidos y con la intención de acaparar los productos para también revenderlos. Por eso los primeros en la cola se llevan casi todo, agregó.
Durante el operativo se actuó contra personas que, tanto dentro del recinto como en sus alrededores y sin aparente mercancía en las manos, proponen productos de manera ilegal, ante lo cual la Dirección Integral de Supervisión de Sancti Spíritus impuso un total de 14 multas por distintas indisciplinas.
Lamentablemente este es un problema que ha calado profundamente este país, lamentablemente este problema el país lo lleva en la sangre como un cáncer sin solución y no lo arregla ni lo sana ni el médico chino, ni nada ni nadie!!
Realmente no sé a dónde vamos a parar o hasta cuando seremos capaces de soportar…..
Eso es lo q ocurre en casi toda la isla para no ser absoluta y seguirá pasando pq no hay sistemacidad en el control ni hay conciencia, hoy estamos como la ley del oeste.Saludos
Prefecto que hayan hecho el operativo y ese domingo más alimentos llegaron al pueblo. Pero y este domingo y los que siguen? Ojalá todos hagan cumplir lo establecido!
Stalin resolvió ese problemita en la URSS en unos días, actuando con mano durísima contra todos esos delincuentes que aquí hacen lo que les da la gana a diario por tooooda Cuba. La flojera de este gobierno es inaudita. Tienen que declarar un Estado de Excepción, qt que es lo que realmente hay por el hambre actual y la que viene en el verano, luego advertir por todos los medios las medidas extremas y entonces meterle 25 años de cárcel a los que incumplan, que solo serán unos pocos, porque el resto de descarados tomará nota muyyyy rápido. ACTUEN CON FIRMEZA YAAAAAAAAAAAAAAA
Más de 50 años organizando colas y ventas a la población no nos han enseñado nada. Pero en esta momento se dictan muchas leyes que no garantizan poner orden, responsabilidad y respeto a la población.Esto no se resuelve con ciencia, se resuelve con más producción.
Buenos días a todos los que de una forma u otra están en función del funcionamiento de las ferias, mi mayor respeto a todos…..he tenido la posiblidad de andar un poco el mundo y la diferencia en el respeto, el orden, la disciplina…. demás y demás son muy diferentes a lo q nos hemos acostumbrado ak en Cuba y eso lo genera en gran medida la falta de valentía política de nuestros funcionarios q no aplican los reglamentos como están establecidos, una vez confirmado el delito apliquen las multas correspondiente sin que la mano tiemble, el decomiso de los productos si excepción alguna, suspensión temporal por primera vez de su patente de mercado y sin miedo a los tribunales competentes, ese es el camino para lograr disciplina y que el pueblo trabajador no sufra las consecuencias de este maltrato en toda Cuba….eso sí también…. desarrollar un trabajo preventivo para no llegar a este extremo, gracias….
En Santa Clara ocurre lo mismo y nada, ojalá los operativos se realicen y seré acabe de una vez y por toda esta situación tan impune.