Qué habría sucedido si la bala que penetró el maxilar derecho del general Antonio hubiera pasado de largo. O si en la quebrada boliviana el Che evadía el cerco y su pistola hubiese respondido mejor. En el mejor de los casos, Maceo, de cuerpo blindado, sobreviviría a la descarga de fusiles y, a caballo, espantaba al enemigo. El Guerrillero Heroico escapaba de aquella escuelita de La Higuera, unía a los suyos y encontraba otra Sierra Maestra.
Quedaban de recordatorio las fechas, y la vida les daba otra oportunidad, porque, con tanto decoro, eran impensables esas pérdidas. El futuro nadie lo especularía, ¿quién duda de que sus suertes se echarían bajo fuego? Uno, primogénito de león y leona; el otro, nacido en cuna justa e inicio del retoño de los Guevara de la Serna. Mambí y combatiente, las tropas de uno pelearon sobre el rastro de las del otro e invadieron hacia el oeste, cruzaron trochas, descarrilaron trenes… Maceo es eterno Baraguá; Che, caminante de la humanidad.
La República habría surgido con el Titán de Bronce al frente y Bolivia se adelantaba a Evo. La Enmienda Platt, firmada de un plumazo, se derogaba de un machetazo. Barrientos y sus rangers habrían pedido asilo y la Operación Cóndor desaparecería, y no desaparecería a tantos. Weyler y Kissinger, desquiciados, la tendrían difícil para reconcentrar el hambre y dictar a través de militares. Porque la gente le encuentra causa a la rebeldía cuando los líderes convocan desde el ejemplo.
Pero ninguno murió. Fue así: ninguno murió. Son una foto de Korda en una jornada de indignación o el cuadro de Armando Menocal rescatando el empinado cuerpo. Son un tatuaje o un dramatizado, una consigna y un sentimiento sin sentimentalismo. Unas botas sin «gorilas». Muchas ideas, muchos brazos.
Son Duaba y Las Coloradas. Mal Tiempo y Santa Clara. Se llevan por dentro para resistir en aislamiento y meterle el cuerpo al trabajo, homenajear el 7 de diciembre y curar el ébola. Rosario y San Luis. Allá hace frío, acá calor. Allá Celia dio a luz hace 95 anuarios, acá Mariana en 1845. Allá y acá seremos como ellos.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.